Tres semanas después desde que arrancara el Mundial el pasado 20 de noviembre con aquel Catar-Ecuador, ya se pueden contar con los dedos de una mano las selecciones que todavía aspiran a levantar el trofeo más ansiado del fútbol interncontinental.
Dos europeos, un sudamericano y un africano. Para ser más concretos, Croacia, Francia, Argentina y Marruecos. Estos son los combinados que, cada uno a su manera, han llegado a la penúltima ronda del campeonato, por lo que no querrán quedarse con la miel en los labios y anhelan a llegar al 18 de diciembre, fecha de la gran final.
De los 64 partidos que estaban previstos en el calendario, el 93,75% de ellos ya están en los libros de historia, con una media de goles de 2,63 en cada uno. Tan solo quedan cuatro, correspondientes a las semifinales, a la final y al encuentro que nadie quiere jugar, que no es otro que el que decide el tercer y cuarto puesto.
El próximo martes se disputará el Argentina-Croacia a partir de las 20:00 horas. La Albiceleste llega tras verle las orejas al lobo en su duelo de cuartos ante Países Bajos, que se tuvo que decidir en penaltis tras la gran remontada de los neerlandeses en un partido en el que la tensión, el nerviosismo y la polémica fueron los elementos predominantes. Realmente, no ha habido prácticamente ningún encuentro de los argentinos en el que hayan tenido un camino plácido, ni siquiera el debut ante una selección de Arabia Saudí que incluso llegó a vencer. Enfrente tendrá a un equipo balcánico abonado al sufrimiento, pero con una fuerza de voluntad a prueba de balas. Espoleados por su gran sentimiento nacionalista, los croatas están siendo un conjunto con mayúsculas capaz de resistir situaciones adversas, como la que se dio al inicio de la prórroga contra Brasil en cuartos, donde la Canarinha llegó a ponerse por delante. Modric y sus compañeros tan solo han ganado un enfrentamiento en los 90 minutos, ante Canadá, pero buscarán llegar a su segunda final mundialista consecutiva ante unos sudamericanos que tienen el objetivo de darle a Messi su ansiado título de campeón del mundo en el que posiblemente sea su último intento.
El miércoles, también a las 20:00 horas, será el turno del Francia-Marruecos. La indiscutible sorpresa del Mundial, que es el equipo entrenado por Walid Regragui, está demostrando ser un hueso duro de roer con el que nadie contaba, pero que ya ha hecho historia convirtiéndose en el primer equipo africano en llegar a semifinales de una Copa del Mundo. Su sólida defensa en bloque bajo, que solo ha permitido un gol en contra en cinco partidos (y además fue en propia puerta), ha resistido las acometidas de equipos con solera como son Croacia, Bélgica, España y Portugal en cuartos, así que buscará desesperar a otro equipo europeo más como es Francia. El combinado galo, por su parte, partía como uno de los favoritos y está haciendo honor a dicho pronóstico a pesar de sus múltiples bajas, pero con un Kylian Mbappé en un gran estado de forma. A su alto nivel, además, sumó en su encuentro de cuartos ante Inglaterra la pizca de suerte que siempre hace falta y vio como el penalti de Harry Kane que habría forzado la prórroga se fue a las nubes, dándoles a los de Didier Deschamps la oportunidad de seguir peleando para conseguir revalidar su título de 2018, algo que ningún país ha logrado desde Brasil en 1958 y 1962.