La primera final del 2023 para el Barcelona será el domingo 8 de enero. Después de la llegada de los Reyes Magos, los blaugrana enfilan sus armas para chocar contra la férra defensa del Atlético de Madrid. En la Ciudad Condal, la esperanza motiva. En la capital, la necesidad implícita de ir a por el triunfo presiona. 

El Barça es líder de LaLiga. Hasta ahora, la plantilla comandada por Xavi sólo ha cedido terreno en un partido (el clásico). El Atlético de Madrid, en cambio, se ubica en la cuarta posición del torneo con 27 unidades, 11 menos que el actual puntero. 

A pesar de descansar en la cima de la tabla, el Barcelona sabe que entregarle espacio al Real Madrid es un riesgo. Más aún cuando, a raíz del Mundial, emergerá una maratón de partidos en donde el margen de error se pagará caro. 

Ganarle al Atlético de Madrid sería, de cierta forma, empezar a inclinar la balanza de LaLiga. La ventaja culé es una: depender de sí mismo. El Barça, si hace su tarea hasta mayo, obtendrá un trofeo que, sin duda, estabilizará los ánimos de un club al que se le resiste el torneo doméstico desde la campaña 2019-2020. 

Xavi, en ese contexto, se ha mostrado como un entrenador valiente. El Barcelona, así exhiba algunos matices, es un equipo ofensivo. Con un A.D.N culé puro. El gol parece reencontrarse con los delanteros. Robert Lewandowski (34) es uno de los causales que explica la mejoría estadística blaugrana. 

El ariete polaco, precisamente, será una de las bajas. La sanción que arrastra por su doble amarilla contra el Osasuna le impide participar del encuentro del domingo. "Tenemos dos bajas importantes: la de Jordi y la de Robert. Hemos probado varias opciones y mañana lo veréis. Hay varios perfiles", dijo el entrenador en la rueda de prensa previa. 

Sin Lewandowski, el Barça carece de la efectividad. La temporada pasada, por ejemplo, el club dejó escapar al Real Madrid por no cerrar los partidos en el momento indicado. Ante el Espanyol, con el polaco en cancha, se repitió la historia.

"Es un tema más mental que no de juego. Hemos dominado y hemos creado ocasiones, pero hay que matar los partidos. Hay que ser más contundentes en las áreas. Somos muy superiores a los rivales pero tenemos errores puntuales", explicó Xavi.

El Atlético es un equipo que no concede espacios. El acierto de los atacantes culés será determinante. El Metropolitano es un campo complejo y, en el maratoniano inicio del 2023, un triunfo generará un motor anímico importante para el grupo. 

"Cada semana es esto. El siguiente partido es el más importante. No decidirá nada, pero sería un golpe sobre la mesa. Es un campo complicado y son una roca defensivamente. Nos costará generar cosas y hay que ser más efectivos que en los últimos dos partidos. No es un partido trascendental para el devenir de LaLiga", cerró.

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