El Almería y el Girona, dos de los recién ascendidos, se volvían a ver las caras en una situación bastante diferente a la de la pasada campaña. Si en LaLiga SmartBank fueron dos pesos pesados, en LaLiga Santander llegaban en plena lucha por la permanencia, con los andaluces en el puesto 18 y los catalanes, tan solo uno por encima.
Por parte local, la novedad era la vuelta de Adrián Embarba tras su sanción, mientras que Stuani partía como titular tras seis partidos sin serlo entre suplencias y lesiones.
Uno podría pensar que en un encuentro de este tipo no habría demasiadas ocasiones y se jugaría a pocos goles, pero nada más lejos de la realidad. Pocos minutos después del comienzo, un gran centro de Mendes encontró la cabeza de Léo Baptistao (30), que giró el cuelo de manera fantástica y picó un balón que entró pegado al palo pese al intento de Juan Carlos de despejarlo.
El tanto del brasileño, su primero en LaLiga, dejó tan tocados a los catalanes que menos de cinco minutos después se produjo la pifia de la jornada: un envío largo del Almería, aparentemente sencillo para la defensa, hizo que el Juan Carlos saliera de su área. El central Bernardo Espinosa no se percató de este hecho y cabeceó el balón pensando que su guardameta seguía en su sitio. El malentendido lo aprovechó El Bilal Touré (21) para anotar su segundo gol consecutivo tras el logrado ante el Betis el pasado domingo y poner el 2-0.
Por parte del Girona, Arnau pudo recortar distancias a la salida de un saque de esquina, pero sucedió todo lo contrario. En una falta lejana, Embarba (30) se atrevió a tirar desde más de 30 metros con un golpeo de tipo folha seca. Para culminar una primera parte para olvidar, Juan Carlos no pudo parar el disparo que, pese a la potencia, no parecía demasiado peligroso y con ese 3-0 se llegó al descanso, no sin antes ser anulado un gol de Stuani por fuera de juego.
El Girona estuvo a punto de lograr la remontada
Al compartir una posición tan especial, los porteros suelen ser corporativistas entre ellos. Eso pareció nada más comenzar la segunda mitad. Fernando Martínez (32), el portero del Almería que no había tenido que intervenir durante los primeros 45 minutos, se quedó en tierra de nadie fuera del área durante un contraataque de los gerundenses. Para colmo, el balón estaba en posesión del, posiblemente, jugador con más calidad del equipo de Míchel, Riquelme (22), que no tuvo que esforzarse mucho para disparar por encima del portero pese a la lejanía y anotar su tercer gol en cuatro jornadas para seguir demostrando que es uno de los jugadores revelación de LaLiga.
Esto fue el punto de inflexión del choque, porque a partir de ahí el Girona se lo creyó e intentó la heroica. En el minuto 77, el VAR avisó a Cuadra Fernández de un posible penalti a favor de los gerundenses que el colegiado acabó señalando. El encargado de lanzarlo fue Stuani (36), pero Martínez compensó su error con una genial estirada que impidió el 3-2.
Pero el portero del Almería no pudo hacer nada más cuando, cinco minutos más tarde, de nuevo el VAR avisó al árbitro de que una falta se había producido sobre la línea del área, y como la línea forma parte del área, llegó la segunda pena máxima del partido. Es de elogiar que la volviera a lanzar un Stuani que, esta vez sí, puso el duelo a un tanto de distancia.
El asedio fue constante y estuvo a punto de tener su recompensa para los catalanes, pero en el minuto 96, Yangel Herrera remató a bocajarro de cabeza. Fernando lo paró, y fue lo suficientemente rápido para poner su mano encima del balón y que no valiera el remate del venezolano por falta, con lo que se coronó como el héroe del Almería.
Los andaluces se colocan en el puesto 14 gracias a esta victoria y visitarán al Villarreal la próxima jornada. Por su parte, el Girona cae a puestos de descenso y recibirán el domingo al Osasuna.
Jugador Flashscore del partido: Fernando Martínez.