"Nuestras advertencias deben ser por fin escuchadas y los Juegos deben prepararse desde un punto de vista social", declaró su secretaria general, Sophie Binet, al medio Franceinfo.

La responsable del principal sindicato del sector público anunció que presentarán en abril un preaviso de huelga para el período de la cita olímpica, en plenas vacaciones escolares de verano en Francia.

Este preaviso afectaría a los trabajadores de la administración central y local, así como a los empleados de los servicios médicos y sociales.

"Cientos de miles de trabajadores se verán perjudicados por los Juegos", aseguró Binet, que citó las horas extraordinarias y la prohibición de tomarse días libres.

"¿Cómo se ocuparán de sus hijos en plenas vacaciones escolares? ¿Qué primas recibirán? Por el momento, no se ha solucionado nada sobre esto", dijo la líder sindical.

Otra de sus preocupaciones son las condiciones de alojamiento de los funcionarios que se trasladarán, con motivo de los Juegos, a la región de París, donde se esperan 15 millones de visitantes.

El 28 de febrero, el presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París, Tony Estanguet, pidió una "tregua social" sin huelgas durante la competición mundial.

Binet pidió una reunión con el primer ministro, Gabriel Attal, para abordar el "desafío social" que representa este gran evento deportivo.

El gobierno negocia desde hace varios meses para evitar un conflicto social en sectores como la policía, el transporte o los hospitales.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció a finales de enero una prima de 1.900 euros (2.070 dólares) para los policías y gendarmes que trabajen en la región de París.