Este importante paso, en el que participará Emmanuel Macron, concretará aún más la llegada de este acontecimiento mundial.

El presidente francés, cuya última visita al lugar fue en octubre de 2021, cuando la villa no era más que una enorme obra emergiendo del suelo, cortará simbólicamente la cinta este jueves.

Desde su última visita, podrá comprobar el trabajo realizado, al día siguiente de una cena en el Elíseo a la que fueron invitados una decena de deportistas como el judoka Romane Dicko y el esgrimista Romain Cannone.

"Mañana (jueves) inauguraré la Villa Olímpica y Paralímpica, que, más allá de su ambición de ofrecer la mejor acogida posible a los atletas, se convertirá en una verdadera parte de la ciudad para los habitantes de Seine-Saint-Denis después de los Juegos", tuiteó en su cuenta de Twitter el miércoles por la noche.

"Un pueblo para los atletas"

Construida en siete años, la villa cuenta con 82 edificios, 3.000 viviendas y 7.200 habitaciones en un terreno de 52 hectáreas entre Saint-Denis, la isla de Saint-Denis y Saint-Ouen, al norte de París.

"Lo que Solideo (Société de livraison des ouvrages olympiques, nota del editor) y los constructores han conseguido es impresionante", dice un ejecutivo de una empresa que trabajó en este enorme emplazamiento. La comunidad se mostraba escéptica sobre la capacidad de construir una aldea de este tamaño en tan poco tiempo", añade.

Aparte de un retraso estimado en "unas semanas" por el presidente de Solideo, Nicolas Ferrand, para los edificios de la isla de Saint-Denis, se ha cumplido el calendario de entrega previsto.

Pero el trabajo no ha terminado: para poder acoger a las 206 delegaciones olímpicas, los organizadores tendrán mucho trabajo de aquí a la inauguración de los Juegos.

Los pisos se han entregado desnudos, y ahora hay que acondicionarlos con mobiliario (camas, mesillas, etc.) y centros de servicios para los atletas.

"En total, se enviarán más de 345.000 artículos. Edredones, mesillas de noche, camas - habrá 14.250 -, 8.200 ventiladores y 5.535 sofás", explica Laurent Michaud, Director de las Villas Olímpicas y Paralímpicas del Comité Organizador de París 2024.

"Habrá dos atletas por habitación de 12 m², y un cuarto de baño para cuatro personas. Todos estarán en igualdad de condiciones".

El equipamiento de estos pisos, al igual que los numerosos servicios de los que disfrutarán los atletas y su personal durante su estancia, correrá a cargo de los patrocinadores.

"Es una villa en la que hemos trabajado con atletas para atletas (...) para que cada uno pueda encontrar todo lo que necesita", resume Laurent Michaud.

Una ciudad efímera

Mientras duren los Juegos Olímpicos, la villa funcionará como una ciudad tradicional, pero de forma temporal. Los atletas, por ejemplo, podrán hacer la colada en lavanderías temporales con cerca de 600 lavadoras y secadoras. Los pisos de las más de 70 residencias estarán atendidos por doce conserjes repartidos por toda la villa.

Sólo las cocinas estarán sin usar en los pisos. Los atletas tendrán acceso las 24 horas del día a la imponente nave de la Cité du Cinéma, que se transformará en un restaurante gigante con seis temas culinarios diferentes (Italia, Asia, Francia, etc.), con capacidad para cerca de 3.200 personas y 40.000 comidas al día. Se instalará un segundo restaurante en la isla de Saint-Denis y se repartirán camiones de comida por todo el pueblo.

Una tienda de comestibles, una comisaría de policía, una peluquería, una sala de fitness, un bar (sin alcohol), un centro multiconfesional... A los atletas no les faltará de nada. Incluso habrá una oficina de correos provisional en la ciudad, que no tendrá alcalde.

Una policlínica de 3.000 m², en lugar de la escuela de osteopatía Dahnier, también estará a disposición de los atletas las 24 horas del día para tratamientos, escáneres o resonancias magnéticas. La circulación se hará en bicicleta o en lanzadera eléctrica "que funcionará las 24 horas del día", añade Laurent Michaud.

Una vez finalizados los Juegos Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre), los pisos se reconfigurarán para acoger a los residentes y comercios de este nuevo barrio del norte de París.