Si bien no parecen ser demasiado graves, el tenista español decidió, junto a su equipo técnico y médico, no participar en ninguno de los dos encuentros de exhibición previstos para esta semana previa al evento del All England Club. 

Este domingo, como en el resto de días desde el viernes, se le ha visto con un vendaje en esa pierna derecha, más por precaución, pero ya saben aquello de mejor prevenir que tener que curar. Hay que cuidar el abductor y el resto de musculatura para llegar al debut el martes en perfectas condiciones. 

En el entorno del jugador no hay excesiva preocupación. Incluso ha elevado su nivel de exigencia física con Emil Ruusuvuori este domingo. Una buena señal para las próximas 48 horas. 

Mientras, de reojo, Carlos Alcaraz mira lo que hace Djokovic, su gran rival y máximo favorito a vencer otra vez Wimbledon. Cuando el murciano se retiraba a los vestuarios pasaba cerca del serbio, que se estaba entrenando.