Los miedos que tenía Carlos Alcaraz sobre el tenis sobre hierba empiezan a derrumbarse. Antes de iniciar Wimbledon, el español expuso su máximo respeto hacia esta modalidad, tan característica de los torneos británicos. En 2023, ha demostrado, al menos por ahora, que el césped tampoco es un problema. Van dos rivales que caen ante sus servicios, su potencia y su fortaleza. 

Este viernes, el turno fue para un Alexandre Müller prácticamente reducido, quien, pese a mostrar algo de lucha en el segundo set, no logró frenar a un Alcaraz que quiere dejar atrás las molestias físicas con las que llegó a Wimbledon. 

El partido arrancó con dos realidades: un Alcaraz efectivo y un Müller retador. Müller, de hecho, se hizo con el primer punto del encuentro y ocasionó nerviosismo en los fanáticos del español que, presionado, reaccionó con madurez y revirtió la situación. 

Historia diferente

Alcaraz obtuvo el primer set con un cómodo 6-4. En el segundo set, la historia fue diferente. 

Müller quería luchar. El francés, número 84 del mundo, demostró por qué está entre los 100 mejores de la ATP y llevó el set a un tie-break, que culminó, infortunadamente para él, en manos de Carlos Alcaraz por 7-6 (7-2) que lo encaminó hacia la tercera ronda. 

En el set final, no hubo mucho quehacer. Alcaraz, motivado, veía el triunfo cerca y aseguró, con solvencia, su victoria con un solvente 6-3 que le brindó su billete hacia la tercera ronda de Wimbledon.