Bernabé Zapata (26) confirma en Roma las buenas sensaciones que ya tuvo en el Mutua Madrid Open, donde consiguió tres victorias y plantó cara a Stefanos Tsitsipas -con más de una rotura de servicio- pese al contundente resultado (3-6, 1-6). Este lunes volvía a afrontar una cita muy complicada, esta vez ante Daniil Medvedev (27), rival mucho más asequible en tierra batida que, por ejemplo, en pista dura, sobre todo porque ahí puede hacer brillar su saque.

El arranque del número 38 del ranking ATP fue soberbio, ya que provocó que el ruso perdiera el servicio en dos ocasiones consecutivas, de modo que se puso con un fantástico 5-1. Amenazó su oponente con un par de puntos seguidos, pero todo quedó en un ademán de remontada porque acabó 6-3. Paso importante hacia el triunfo que ahora tenía que ratificar en los minutos posteriores, a poder ser en la siguiente manga para no tener que llegar a la tercera y última.

El segundo set empezó de negativa desde el comienzo y el 0-3 acercaba, y mucho, el empate. Cuatro bolas de break desperdició Zapata, que bien podría haber puesto el 1-2 antes de servir de nuevo. Seguramente hubiese cambiado el guion del choque, o al menos hacer más largo ese tramo. Medvedev venció por la vía rápida (1-6) y llegó en buen estado anímico a la fase decisiva. El premio a conseguir era bastante ilusionante: un billete para los octavos de final del torneo de Roma.

Se presentaba igualado el resto del partido. Se habían repartido el dominio, pero ahora ya no había más oportunidades. Medvedev estuvo muy cerca de romperle el saque a Bernabé en cuatro ocasiones y lo confirmó en la quinta para empezar a acercarse al triunfo (3-4). Probablemente en menos tiempo del esperado a partir de ahí, habiendo generado muchos nervios sobre su oponente, logró el peleado y trabajado pase a la siguiente ronda.

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