La bielorrusa busca igualar o mejorar su actuación del año pasado en Melbourne, cuando alcanzó las semifinales, y dio un paso más al llegar a octavos de final.
Lo hizo derrotando a la en forma Ostapenko por 6-1 y 7-5, ganando los últimos cinco juegos para derrocar a una jugadora que volvió a subir al top 10 por primera vez desde 2018 después de ganar el Adelaide International de preparación.
"Realmente no me gusta jugar contra ella. No es que lo esté deseando porque es una jugadora dura", dijo Azarenka, ganadora consecutiva de los Abiertos de Australia en 2012 y 2013.
"Creo que estoy preparada para dar lo que haga falta. Voy a estar aquí todo el tiempo que haga falta. Me encantan los retos, me encanta el desafío siempre que algo es difícil, me encanta hacer eso, eso me emociona. Creo que eso saca lo mejor de mí".
Jugando en su 16º Open de Australia y 63º Grand Slam, la ex número uno del mundo dijo que siempre había aceptado la presión.
"Es imposible ganar títulos sin presión", afirmó.
"Así que siento que no puedes huir de ella. Tienes que afrontarla delante de ti. Da miedo, es difícil, pero es algo que quieres reconocer y superar".
Se enfrentará a la ucraniana Dayana Yastremska por un puesto en cuartos de final.