No habrá otra final de Jannik Sinner. Tras domar a un gran Tsitsipas, el italiano cedió ante el griego en el tercer set, penalizado en la ventaja por un break en el 4-2 por un descuido del árbitro y por problemas físicos en la final. El griego ganó 4-6, 6-3 y 6-4 y espera en la final al ganador del partido entre Djokovic y Ruud.
La crónica del partido
Sobre el papel no era un partido fácil para Jannik Sinner, que tras derrotar a Rune al final de una larga batalla tiene que vérselas con otro especialista de la superficie, más regular que el danés, pero que ya ha ganado dos veces en Montecarlo y siempre da grandes actuaciones en Mónaco. Tras pisar de nuevo la querida tierra batida monegasca, el griego pareció renacer esta vez, demoliendo por el camino a Zverev y Khachanov en dos sets.
Gracias a una condición física por fin óptima, Tsitsipas comenzó el partido con agresividad y se aseguró de inmediato un punto de break aprovechando un saque poco impecable de Sinner. El alpino encontró el primero y logró anularlo, para luego llevarse el juego martilleando con su revés. El griego, por su parte, no tuvo problemas con su saque, mientras que Sinner aún tuvo que sufrir en el tercer juego, cuando cedió dos puntos de ruptura en el 15-40.
Algunos errores no forzados le complicaron el camino a Sinner, que salvó una serie de puntos hasta que una doble falta dio el break a su rival, que se puso así 2-1. Tsitsipas consolidó su ventaja sin encontrar una oposición válida por parte de Sinner, quien, sin embargo, cerró el cuarto juego con un break, dando una excelente señal respecto al inicio. El italiano aumentó su intensidad y redujo los problemas en su saque, pero seguía sin encontrar consistencia en su respuesta, menos efectiva de lo habitual. Así, sin más roturas, al griego le bastó con mantener el control sobre su saque para cerrar el primer set por 6-4.
En el segundo set, Sinner comenzó mejor y, tras ganar su juego, se hizo con dos puntos de break en el segundo juego y rompió su saque con un smash en los pies para adelantarse 2-0. El del Tirol del Sur confirmó su ventaja aprovechando el saque alto que Tsitsipas no pudo controlar, y en el sexto juego con 4-1 consiguió otro punto de break con ventaja, remontando un 40-30, pero el griego lo anuló y se llevó el partido.
En el siguiente juego le tocó a Sinner afrontar un punto de ruptura, pero el número dos del mundo presionó al griego hasta hacerle cometer un error, y luego cerró con un primer saque y una volea de derecha. Con 5-3 y saque, Sinner abrió el juego con un gran revés, pero el griego apretó y ganó dos puntos de ruptura más, tomando una ventaja de 15-40. El italiano se vio así obligado a trabajar horas extras para llevarse el set a casa: anuló los dos primeros puntos de ruptura, pero tuvo que afrontar tres más con ventajas. Al final, ganó el set por saque y volea, 6-3.
Sinner tuvo un gran comienzo en el set decisivo, rompiendo al griego con dos breaks, uno de derecha y otro de revés. Así hasta el 3-1 para Sinner que, al saque de su rival, ganó otro punto de break, el griego lo anuló con un primero, pero el surtirolés ganó otro. Aquí un clamoroso despiste del árbitro, que juzgó mal una bola que estaba descaradamente fuera de límites, permitió a Tsitsipas alejar el peligro y mantener su saque.
Momentos de preocupación cuando Sinner en el 4-3 llamó al fisio por un problema en la rodilla. Volvió a la pista sin vendaje, pero tuvo que hacer frente a la remontada del griego, que se puso 0-30 arriba, y luego aprovechó un taco de Sinner para ganar dos puntos de ruptura en el 15-40. Sinner inició un largo intercambio desde el fondo y acabó forzando al griego a cometer un error, pero tuvo que afrontar dos puntos de ruptura más en las ventajas, y en el segundo tuvo que romper el saque: 4-4.
La inercia del partido se decantó ahora a favor del griego, y Sinner volvió a ser revisado por el fisio en el cambio de pista, probablemente aquejado también de un problema de calambres. Tsitsipas se adelantó 15-40 con una volea de derecha, asegurándose dos puntos de partido. El primero fue suficiente: un error de Sinner envió al griego a la final, donde se enfrentaría al ganador entre Djokovic y Ruud.