Partido aciago en la Caja Mágica para un Jaume Munar que tuvo problemas de espalda desde el primer momento. Su juego se vio muy condicionado por las dolencias y su mente se desvió hacia los dolores, lo que le hizo perder la compostura y facilitar demasiado las cosas a su contrincante alemán.
Un Altmaier muy inspirado descubrió pronto los problemas del español y se dedicó a meter bolas dentro de la pista y devolver golpes con mucha altura para incomodarle. Así rompió rápidamente el saque del tenista local y condujo el primer set a un cómodo 6-3 que fue el preámbulo de lo que acontecería en el segundo.
Ya en esa primera manga, Munar necesitó solicitar los servicios del fisioterapeuta del torneo en el banquillo. Las sensaciones no eran nada buenas y cada tanto la espalda le recordaba que no estaba en las mejores condiciones a base de latigazos que le hacían presentar un constante rictus de dolor.
En el segundo set todo estalló. Además de estar fuera de la contienda físicamente, el jugador balear se salió también mentalmente. Discutió las decisiones de la tecnología que marcaba las bolas que se iban fuera, todo le molestaba y su enfado contra el juez de silla fue en aumento. La frustración era evidente cada vez que se sentaba en el banquillo y tapaba su cabeza con la toalla.
A todo ello había que sumarle que Altmaier no mostraba ningún tipo de debilidad. Además, como si de un depredador se tratase, explotaba las de su contrincante a placer para hacerse la vida más fácil. Las roturas de servicio se acumulaban y la historia concluyó con un inapelable 6-0 que detuvo el reloj de la cita en una hora y 20 minutos.
Con este triunfo, el germano accede a los cuartos de final del Masters 1000 de la capital de España y espera rival procedente del duelo que enfrentará al español Alejandro Davidovic y al croata Borna Coric, también el la Arantxa Sánchez.
Altmaier se gana al público
Pese a ganar a un tenista nacional, Altmaier se ganó el beneplácito de la afición madrileña al hablar en un español muy fluido tras su triunfo: "Muy contento de estar acá. ¡Vamos Madrid, con todo! Que disfruten", arengó el jugador alemán a los presentes en la pista 2 de la Caja Mágica.
Ese conocimiento de la lengua le viene dado por su trabajo con numerosos entrenadores argentinos a lo largo de su trayectoria. Desde luego, fue un gusto para todos la cercanía con la que se dirigió a la hinchada.
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