Carlos Alcaraz tiene motivos para sonreír de nuevo tras un inicio de temporada algo convulso. En su compromiso de este martes, sin salirse de la línea mostrada en la ronda anterior, se mostró muy superior a su rival y controló los tiempos en todo momento. "El partido de hoy ha sido casi perfecto", resumió el número dos del mundo. Y no le faltó razón, ya que no perdió el servicio en ninguna ocasión y certificó la victoria después de 77 minutos.
"Siempre digo que puedo jugar mejor, pero estoy muy feliz con la forma en la que lo he afrontado, con la forma en la que he jugado y con las sensaciones", explicó. "Creo que me movido muy bien y controlé muy bien los tiempos. En los puntos más difíciles, en los momentos más difíciles, como las bolas de break, me controlé muy bien. Mi confianza va hacia arriba", continuó el murciano, que se siente "muy cómodo" tanto dentro como fuera de la pista en California.
Su idea, continuó, era no cometer "ningún error" y que "casi todos los puntos acabasen en golpe ganador". Además, puso el foco también en la importancia de "no desperdiciar cada bola de break a favor" y lograr "un alto porcentaje de primeros saques". Dicho y hecho. Su siguiente escollo, Alexander Zverev (se impuso a Álex de Miñaur por 5-7, 6-2 y 6-3), aspira a ponérselo mucho más complicado en los cuartos de final.
"Es importante que los jugadores estén relajados, que se sientan tranquilos. Poder desconectar a nivel mental y no pensar en el tenis el 100% de tu tiempo es importante. Aquí hay muchas cosas que podemos hacer fuera de la pista, en mi caso jugar al golf. En los últimos tres años he jugado al tenis genial en este lugar. Este torneo me da una motivación y una confianza extra", apuntó Alcaraz, quien a su vez dejó claro que "las condiciones se adaptan muy bien" a su juego.