Igual que en 1976. Entonces fue 'La Squadra' formada por Adriano Panatta, Corrado Barazzutti, Paolo Bertolucci y Tonino Zugarelli, con Nicola Pietrangeli como capitán, quienes firmaron la hazaña tras la victoria por 4-1 en Chile.

Los héroes del triunfo de 2023 son Jannik Sinner, capaz de dar a Italia el punto decisivo en la final pero sobre todo de eliminar a la Serbia de Djokovic en semifinales venciendo al número 1 mundial en individuales y dobles; Matteo Arnaldi, espléndido protagonista del primer punto contra Popyrin; Lorenzo Musetti, desafortunado protagonista de la primera semifinal contra Kecmanovic; Lorenzo Sonego, mágico compañero de Sinner en dobles y mucho más  Simone Bolelli, otro formidable doblista y garantía italiana. Sin olvidar la ayuda de Matteo Berrettini, seguidor de la tropa italiana, consejero y 'sparring' de los tenistas italianos.

Todos ellos han inscrito por segunda vez el nombre de Italia en la historia de esta competición, uniéndose al legendario equipo de 1976  y haciendo olvidar la final perdida en 1998 en Milán contra Suecia. La victoria contra Australia, segunda en el palmarés de la competición con 28 títulos, es un triunfo ajustado, merecida después de las hazañas de los últimos días.

El mérito es también del capitán Volandri, que supo elegir a "The Team", su equipo, con algunas renuncias importantes (tampoco faltaron  las polémicas de Fognini) para crear un grupo cohesionado de tenistas, compañeros, amigos que permitió el triunfo. También ha sido una victoria para la federación italiana, no sólo deportiva sino también económica, ya que de los 1,6 millones de euros del premio que se repartirá entre los jugadores, recibirá 833.000 euros.

El punto decisivo de Sinner

Tras el primer punto conseguido por Arnaldi, Sinner no tuvo problemas ante un tenista al que siempre había vencido en los cinco anteriores. El italiano rozó la perfección, jugó con fluidez y en el tercer juego ya ganaba 2-1 al aprovechar el primer punto de ruptura.

Con el paso del tiempo subió de nivel y se volvió cada vez más agresivo, aumentando la intensidad de sus golpes y en el sexto juego consiguió otro punto de break, esta vez anulado por De Miñaur con su saque. El australiano trató de contraatacar y puso en apuros al surtirolés en el siguiente juego, consiguiendo la bola para el 4-4, pero Sinner salió con clase y decisión y en el siguiente juego respondió, consiguiendo tres puntos de break y en el segundo acertó con la bola de rotura: 6-3 primer set.

En el segundo set, el italiano avanzó como una apisonadora y quebró de nuevo la resistencia de De Miñaur (que puso su granito de arena al fallar una derecha en pista abierta), rompiendo en el segundo juego y adelantándose 3-0. Sinner asfixió al australiano con un martilleo implacable y constante, limitando incluso al mínimo el número de errores gratuitos. De Miñaur se ve impotente y no puede hacer otra cosa que ver cómo el italiano se aleja cada vez más.

El propio Hewitt, en el banquillo, dejó de dar consejos a su tenista, dada la desesperada situación en la que se encontraba. Sinner no tuvo piedad y se mostró implacable, anotándose otro break, el tercero consecutivo, y se puso 4-0 arriba, para luego hacer el 5-0 con su saque, finalizando con un ace. Al saque del australiano, Jannik puso fin a su sufrimiento y en el segundo punto de partido dio la Copa Davis a Italia: 6-3, 6-0. Aquí, en Málaga, se volvió a hacer historia después de 47 años.