Rafa Nadal medirá fuerzas con Dominic Thiem en los dieciseisavos de final. Recibió una wildcard que le permitía evitar a los cabezas de serie y, sin embargo, va a tener que lidiar con un jugador que bien sabe también lo que es estar en las primeras posiciones del ranking mundial. Ambos parecen encontrarse a años luz de sus mejores tiempos, pero indiscutiblemente se trata de uno de los partidos más atractivos del comienzo de 2023.
El austriaco superó en la previa al australiano James McCabe (2-6, 7-6/7-4 y 6-4) y al italiano Giulio Zeppieri (3-6, 6-4 y 6-4). En ambos casos se ha visto obligado a remontar y, por tanto, afrontará la cita con cierta fatiga -son cinco horas y media de esfuerzo entre un envite y otro-. El campeón del US Open en 2020 tendrá que hacer una buena recuperación para encarar el reto en las mejores condiciones posibles.
Más allá del choque de dobles que ha disputado este domingo junto a Marc López, conviene recordar que lleva prácticamente un año sin competir. La incertidumbre es máxima respecto a lo que será capaz de ofrecer en la pista, si bien él mismo se ha encargado de rebajar la euforia en más de una ocasión recientemente. Fue el pasado 18 de enero de 2023, en el Abierto de Australia, cuando jugó por última vez (lastrado por su lesión en la cadera, perdió en tres sets ante Mackenzie McDonald).
Hubo un tiempo en el cual era habitual que compartieran escenario, pero no lo hacen desde principios de 2021. Aquello fue una exhibición que nada tuvo que ver con lo ocurrido meses atrás, cuando Thiem se impuso de forma clara en las ATP Finals de Londres. Y venía de ganar en el enfrentamiento anterior, en el Grand Slam de Oceanía, donde evitó que el mallorquín accediera a las semifinales tras cuatro sets muy igualados -tres de ellos se resolvieron vía tiebreak-.