Como perfectamente podría firmar Mariano Rajoy en su nuevo espacio deportivo (en El Debate), un partido se puede empezar bien, mal o regular. La ventaja la tenía la selección sudamericana porque partía como clasificada desde el pitido del árbitro dado que le valía el empate para alcanzar los octavos de final, y precisamente esa necesidad del combinado africano por ganar, quizás, le hizo salir con una actitud mucho más valiente, nada contemplativa y sin margen para la especulación.

Idrissa Gueye dejó correr el balón dentro del área, ¡qué defensa la ecuatoriana!, y remató fuera cuando sus aficionados aparcaron el baile por un momento y fijaban toda su atención en lo que ocurría en esas milésimas de segundo. Su erróneo golpeo no encontró portería y se marchó al lateral de la red. Poco después, en el minuto 8, Boulaye Dia gozaba de otra oportunidad igual o más clara, también dentro del área. Al jugador cedido por el Villarreal a la Salernitana le faltó calidad. Y eso, como también podría indicar Rajoy, se tiene o no se tiene. Vamos, que Senegal es Senegal, y Boulaye Dia es Boulaye Dia.

Un penalti determinante

No cesaron los acercamientos a la portería defendida por Hernán Galíndez, aunque el equipo dirigido por Gustavo Alfaro empezó a abrazar el balón en torno a la media hora y pausó un poco el ritmo del partido. El dolorido Moisés Calcedo tuvo que ser intervenido y los suyos pudieron seguir respirando para frenar el primer tramo tan dominador del rival. Pese a la bomba de oxígeno, Piero Hincapié embistió a Ismaïla Sarr dentro del área, sin preguntar ni nada, y provocó que este último pusiera el 0-1 al borde del descanso.

Con una situación contraria a la esperada, Ecuador cambió su actitud y mejoró. "Hay que ser optimista, porque ser cualquier otra cosa no sirve para absolutamente nada", dijo Rajoy tras el duelo entre España y Alemania, un pensamiento que la Tri pareció aplicar después del descanso, consciente de que bastaba con un solitario gol para triunfar. Pasada la hora de juego, Dia concedió un córner de forma muy estúpida y Caicedo, en la primera oportunidad clara de los suyos, anotó el empate a uno sin oposición y con Sabaly abrazado al palo corto, por lo que la posición del mediocentro era más que correcta.

Una reacción que vale oro

Prácticamente en la siguiente acción, sin posibilidad apenas de saborear la alegría de verse en la siguiente ronda, el capitán Kalidou Koulibaly, cuyo brazalete conmemoraba el segundo aniversario del fallecimiento del exfutbolista Papa Bouba Diop, se encontró de casualidad con el esférico dentro del área y remató con mucha contundencia para volver a poner a Senegal por delante (minuto 70). El choque posterior y fortuito entre Pervis Estupiñán y Youssouf Sabaly sirvió para que ambas selecciones pudieran asimilar lo ocurrido en tan poco tiempo.

Gonzalo Plata lo intentó sin demasiado éxito en la segunda mitad después de pasar muy desapercibido en la primera, no tanto como Enner Valencia, un fantasma durante los 90 minutos. El jugador del Real Valladolid estuvo cerca de poner el 2-2 tras un giro dentro del área y un disparo que finalmente se marchó a las manos de Mendy. Su ímpetu fue de lo poco positivo por parte de Ecuador, versión opuesta a la ofrecida por Preciado, muy superado por Ismaïla Sarr, aunque poco importa lo individual cuando toca hacer las maletas.

Jugador Flashscore del partido: Ismaïla Sarr.

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