"Es un poco el resumen del año. El motor, una vez más. Creo que perdía agua y me mandaron parar". Así se despidió el piloto asturiano de Alpine y antes de afrontar, ya desde este lunes, su nueva etapa con el verde de Aston Martin.
Han sido seis abandonos en carrera, sin contar los de las carreras al sprint, los que ha sufrido un Alonso frustrado porque la mayoría de los fallos mecánicos le han ocurrido a su coche 14.
Y todo en una temporada en la que su pilotaje ha sido elogiado incluso por sus mayores críticos. "Creo que hemos sido rápidos en todas las carreras y durante todo el año, pero en Australia el coche se rompió en la crono, en Austria ni arrancó en la de sprint, en Canadá me quedé sin batería", enumeró.
Él ya hizo sus cálculos y le faltaban más de 60 puntos. Finalmente, ha acabado noveno, por detrás de su compañero Ocon, que le ha sacado 11 puntos de ventaja.
"Tengo ilusión de mañana hacer el asiento, empezar un nuevo proyecto que siempre es ilusionante. Será un 2023 con mucha más suerte", ha deseado.