El "Peque" abandonó el miércoles su primer partido en el torneo Auckland Classic tras sentir "un desgarro" en su muslo izquierdo y todavía no ha podido entrenarse con normalidad en Melbourne.

Las pruebas descartaron el desgarro, pero confirmaron una distensión leve en el abductor y el recto de la pierna izquierda, cuyo tiempo de recuperación suele ser alrededor de diez días.

"Yo creí que los estudios me iban a dejar afuera directamente, pero fueron mejor de lo que esperaba. Pero de allí a que pueda jugar el martes falta mucho. Estamos a domingo y todavía no hice puntos" de juego normal en los entrenamientos, explicó.

"Mañana probaré un poco más y tomaré una decisión depende de cómo esté, porque el jugar a cinco sets si podría derivar en un desgarro (...) Depende de mis sensaciones y de cuánto dolor yo pueda maniobrar", agregó.

El argentino de 30 años, que por primera vez desde 2017 terminó el curso fuera del top 20 de la ATP (25º), quedó encuadrado en primera ronda con el ucraniano Oleksii Krutykh (188º), procedente del torneo calificatorio.

"Le pega muy fuerte, aunque no lo conozco mucho, la verdad. Es muy agresivo, habrá situaciones de defensa y que voy a tener que correr seguro en el partido. Por un lado mejor, porque los puntos son más cortos", indicó.

Si finalmente puede competir, Schwartzman confía en romper la racha de ocho derrotas consecutivas desde el Abierto de Estados Unidos en agosto, que le ha hecho caer en la clasificación.

"Es la primera vez en casi cinco años que doy un paso atrás en el ranking saliendo de esos 20 mejores y eso afecta a la confianza, al juego (...) Sin duda que los últimos meses no jugué como siento que podría", explicó.

"Sé que en mi mejor nivel puedo lograr hacer segunda semana de Grand Slam, pero no sé si todavía está mi mejor nivel en la competencia. No quiero ir más allá. Ojalá que pueda jugar primero y después competir bien", deseó.