Aunque atravesando realidades totalmente opuestas, el Athletic y el Cádiz eran los encargados de abrir la segunda vuelta de LaLiga en todo un duelo de urgencias. Los vascos seguían sin encontrarse a sí mismos en comparación con el equipo que estuvo buena parte de la temporada en puestos europeos, porque desde el parón por el Mundial habían perdido la chispa y llevaban cinco partidos sin conocer la victoria, cayendo en sus tres últimos choques en la competición doméstica.

Si la lucha por estar arriba en la clasificación quema, la de no descender abrasa, y ahí está el Cádiz, en plena batalla para salvarse de los puestos de color rojo de la clasificación y para ello ha sido uno de los equipos más activos en el mercado invernal de fichajes. De hecho, de inicio salieron Roger Martí y Gonzalo Escalante, que se habían incorporado recientemente a las órdenes de Sergio González.

Inicio frenético de ambos equipos

Comenzó el partido, como suele ocurrir en San Mamés, con mucho ritmo entre dos equipos que salieron al ataque, sin mirar atrás y no tardó el Athletic en hacer trabajar a alguien que no tiene días libres como es Ledesma.

A los cinco minutos Nico Williams, que seguramente echó en falta ver a su izquierda a su hermano Iñaki, que no jugó por la lesión que sufrió la semana pasada, se fue fácilmente del Pacha Espino y obligó al guardameta argentino a hacer la primera parada del partido, aunque rápido respondieron los andaluces con sendos disparos de Bongonda y Escalante, este último al palo.

El ritmo era tal que, a los pocos segundos, el balón ya estaba en el área contraria, donde comenzó el show de un Ohian Sancet que acabaría siendo la estrella de la noche con su hat-trick. Con el primero de sus goles no se pudo quedar más a gusto porque su trallazo entró por la escuadra para adelantar a los suyos.

Como era imposible mantener un ritmo tan vertiginoso, el fútbol control se hizo dueño de la escena y se dejaron de ver tantos ataques y tanta alegría por ambas partes, lo que benefició a los visitantes.

Tras una gran acción colectiva que comenzó en la esquina contraria del campo, Brian Ocampo le ganó la partida en la banda izquierda a De Marcos, se acercó al área por la línea de fondo y encontró en el pase de la muerte a Escalante, que anotó el empate y dio esperanzas, aunque fuera por poco tiempo, a su equipo.

Porque un conjunto con las urgencias del Cádiz no está para hacer concesiones al rival, y en la jugada del 2-1 no hubo uno sino dos regalos. Bongonda y Mbaye se hicieron un lío en lugar de sacar el balón de su área ante la presión bilbaína, lógicamente perdieron la posesión y el esférico le volvió a caer a Sancet, tras pase de Raúl García, y no perdonó.

Todavía el Lince pudo lograr el hat-trick antes del descanso, pero Ledesma se avalanzó con unos reflejos felinos para tapar la portería cuando el pamplonés se relamía. Estaban los vizcaínos en su mejor momento del partido y era cuestión de tiempo que llegara el tercero, que finalmente se produjo a balón parado. 

Muniain puso un centro teledirigido hacia la cabeza de Yeray Álvarez, que entró con todo, aunque totalmente libre de marca en el área pequeña, y encontró el fondo de la red para premiar la gran primera parte de los chicos del Txingurri.

La roja a Yuri pudo complicar el partido para el Athletic

La segunda mitad comenzó con susto para Unai Simón, que tuvo que estirarse para detener la volea de Luis Hernández. Era un aviso de lo que podía suceder si los locales se relajaban, y las alarmas saltaron cuando Yuri Berchiche vio la segunda tarjeta amarilla por una falta sobre Iza.

Quedaba media hora y los fantasmas de los malos resultados sobrevolaron San Mamés, aunque por poco tiempo. El encuentro se volvió un ida y vuelta con ocasiones por ambas partes, aunque el gato al agua se lo llevó el Athletic gracias al héroe de la noche. 

Con los amarillos volcados buscando recortar distancias, Nico Williams y Sancet intercambiaron sus puestos en un contagolpe y fue el primero el que buscó la carrera del segundo, que le ganó en velocidad a Álex Fernández y se sacó un zurdazo desde la frontal que puso el 4-1 final en el marcador, porque Sobrino, que disparó al palo en los últimos minutos, no pudo maquillar el resultado y el Cádiz regresará a su tierra sin salir del descenso una semana más. 

Los Leones, por su parte, comienzan la segunda vuelta como comenzaron la primera, con buenas sensaciones y con la esperanza de que este triunfo sea un punto de inflexión. En estos momentos, son séptimos con 29 puntos, a dos de los puestos europeos aunque con un partido más que sus rivales. 

Jugador Flashscore del partido: Sancet.

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