El Mundial de Catar dictará sentencia sobre si es oportuno o no homenajear ya, cuando todavía sigue en activo y en un club histórico de la Premier League, a una figura casi sin parangón en el deporte. Este artículo puede envejecer tan mal como el mismísimo Cristiano Ronaldo, cuya frustrada salida del Manchester United se ha convertido en la peor pesadilla para el portugués, que se ha topado con un entrenador que no lo quiere y al que poco o nada le importa lo que lograra en el pasado. 

Ten Hag, 'un Kameni' para Ronaldo

Son varios los porteros que han desquiciado a Cristiano a lo largo de su carrera, pero pocos lo hicieron tanto como Carlos Kameni. El Santiago Bernabéu fue testigo de una actuación milagrosa y magistral ante un jugador que, por aquel entonces, batía registros goleadores por doquier. El ex del Málaga, que unos meses después le paró un penalti en La Rosaleda, le generó un dolor de cabeza mucho más efímero del que tendrá actualmente. Aquella vez duró tan solo 90 minutos, pero la situación de ahora se prolongará, como mínimo, hasta el mercado de fichajes invernal.

Ronaldo, eso sí, es la envidia de todos aquellos aficionados que anhelan la equipación del Manchester United, cuyo estilo clásico ha sido muy aplaudido por la crítica, y no tienen dinero para poder comprarla. El luso, además, tiene algo en común, sorprendentemente, con Santi Cañizares: ambos guardan una muy mala relación con un técnico neerlandés. El ex del Real Madrid, como todavía sigue a las órdenes de Ten Hag, poco puede decir públicamente; el que fuese guardameta del Valencia, en cambio, no tiene reparo alguno en decir que Ronald Koeman ha sido "el peor entrenador" que ha tenido.

Erik ten Hag confirmó recientemente que el luso se negó a entrar al campo durante la segunda mitad del partido contra el Tottenham Hotspur, algo que ya ocurrió también en pretemporada ante el Rayo Vallecano. En aquel momento, todavía con el mercado abierto, dado que había posibilidades de salir de Old Trafford, se le dio menor importancia. Esta vez, sin embargo, el técnico ha sido contundente y ha optado por dejarlo fuera de la convocatoria para el choque frente al Chelsea (a través de un comunicado).

Ronaldo quería ir a un equipo donde poder jugar la Champions, pero ante la falta de candidatos, finalmente se tuvo que conformar con la Europa League, competición en la que tiene un mayor protagonismo respecto al torneo liguero. Ha sido titular en los cuatro encuentros y completó los 90 minutos en tres de ellos -un gol y una asistencia-, aunque veremos si se mantiene en las rondas decisivas, sobre todo tras el último episodio. En la Premier, sin embargo, lleva ya más de un mes sin ser titular. 

Un bajón sin precedentes

El rendimiento de Cristiano en la Juventus no fue el que se vio en el Real Madrid, pero igualmente estuvo muy lejos de experimentar una situación similar a la actual. Su valor de mercado, según datos de Transfermarkt, ha bajado hasta los 20 millones de euros, la cifra más baja de su carrera -excluyendo sus inicios-. Además, suma tan solo dos goles en los 12 encuentros que ha disputado en la actual campaña, unos números paupérrimos, sobre todo en comparación con cualquier otra temporada. 

Sus registros en el curso anterior, también en el Manchester United, hablan bien de él. Si bien el rendimiento del equipo fue igualmente malo, los números del portugués fueron notables. Participó en 42 partidos y celebró 25 goles, seis de ellos en la Champions. Su rendimiento en el torneo continental más importante a nivel de clubes no fue suficiente para que los suyos lograran el pase a los octavos de final. Parafraseando a Mourinho, uno de sus entrenadores, se conformaron con ser uno de los "tiburones fracasados".

No va a ser este texto una comparación sobre Leo Messi porque ni es pertinente ni lideran ya el fútbol mundial desde el apartado individual, pero los registros del argentino en su primer curso como jugador del PSG sirven para poner en valor los de Ronaldo. El argentino participó en 34 partidos y marcó 11 dianas, cinco de ellos en la Copa de Europa. Especialmente brillante estuvo, como es habitual, en su faceta como asistente, ya que sirvió 14 pases de gol.

Turín como transición

No es sencillo dejar el Real Madrid después de conquistar tres Champions consecutivas y cuatro en un lustro. Un ciclo cumplido, como Casemiro, y una nueva ilusión por llegar. Aunque era consciente de que no iría a mejor en lo que a éxitos se refiere, Cristiano sabía que podía llevar a la Juventus hacia el olimpo... al menos en Italia. El portugués dejó Turín tras conseguir cinco títulos: dos Ligas, una Copa y dos Supercopas. 

Puede ser un bagaje algo corto en comparación con lo que ganó en España, pero llegó a un club que estaba muy lejos de vivir sus mejores años. En las tres temporadas que estuvo allí -llegó a estrenarse en la cuarta antes de volver a Manchester-, Ronaldo disputó 134 partidos y anotó 101 goles, un promedio al alcance de muy pocos jugadores en el fútbol actual. Además, repartió 20 asistencias, de modo que participó en 121 tantos.

Catar, la oportunidad de resurgir

El Mundial puede ser el contexto perfecto para que Cristiano Ronaldo se gane la confianza de algún club de cara al mercado invernal (o veraniego). Es evidente que el United no va a poner apenas dificultades si el portugués quiere salir y encuentra un destino que satisfaga sus necesidades deportivas y económicas. Salvo cambio de opinión, el jugador de 37 años seguirá en Europa porque considera que aún tiene mucho que ofrecer en la élite del deporte rey.

Más allá de las posibles oportunidades que le puedan llegar, por una simple cuestión de orgullo, el luso tratará de ofrecer su mejor rendimiento. Sabe que es el líder de su selección, a la que ha comandado durante la última década y media, con la Eurocopa de 2016 como principal logro. Son más de 100 los goles que ha marcado como internacional, un registro que tardará mucho tiempo en repetirse -si es que vuelve a ocurrir- en el combinado luso.

El paso del tiempo, sobre todo a partir de la treintena, provoca que aparezcan los primeros síntomas de envejecimiento, norma por la cual Ronaldo debe ser ahora menos "guapo", igual que también limita la velocidad y otros factores que afectan al rendimiento, motivo por el cual ya no es tan "buen jugador" como hace un tiempo, aunque según cómo gestione su dinero, los años pueden hacer que sea más "rico" o menos. Cristiano, por su situación actual, no suscita tanta "envidia" como hace una década, pero basta con ver su endiablado palmarés -y esos cinco Balones de Oro- para querer ser Cristiano Ronaldo.