Las cosas buenas suelen tardar en llegar: ocurre siempre en la ficción con el objetivo de retener al público, pero también es una tendencia que tiene el ser humano cuando, por ejemplo, disfruta de un plato de comida con elementos más sabrosos que otros y deja para el final los primeros. Ir de menos a más es lo habitual, pero la realidad es que no siempre se cumple este orden, ya que a veces, por un motivo u otro, los principales acontecimientos tienen lugar al principio.
Algunos aficionados estaban entrando todavía al Coliseum Alfonso Pérez cuando Joselu Mato se inventó un tanto espectacular desde la circunferencia del centro del campo que provocó la resignación de David Soria. El talento del atacante perico dominó en una jugada que bien merece algo de reconocimiento para Martin Braithwaite porque el danés fue el encargado de presionar a Luis Milla, sorprendido y casi atropellado (de forma legal), lo que dejó el balón muerto para que un genio hiciera magia después. Era el minuto 7.
Reacción inmediata
Todavía incrédulos quienes estaban en el estadio, no tanto el jugador nacido en Stuttgart porque parecía muy convencido de su plan, Enes Ünal aprovechó la falta de contundencia de Aleix Vidal en la salida de balón para, casi en la jugada siguiente, colocar el balón en la escuadra del palo largo con un zambombazo espectacular al que no pudo llegar Álvaro Fernández. Y también quiso sumarse a la fiesta Javi Puado con una vistosa vaselina en el 10', pero eso ya era estirar demasiado el chicle.
El listón estaba demasiado alto de cara a los 80 minutos que todavía quedaban, pero ambos conjuntos se mostraron valientes y buscaron el gol. Los centros de Milla a balón parado generaron mucha incomodidad en la zaga visitante, reforzada con el mexicano César Montes. Poco después de ese inicio fulgurante, al cuarto de hora, Domingos Duarte vio la primera amarilla, aunque no la única antes del descanso porque hubo otras dos más (Fernando Calero y Leandro Cabrera, este último pitado en su vuelta a casa).
Los cambios no sirvieron
Sin demasiado protagonismo para los guardametas, Getafe y Espanyol afrontaron la segunda mitad con todo por decidir. Quique Sánchez Flores se vio obligado a reemplazar a Omar Alderete debido a una nueva lesión del paraguayo, pero decidió sumar otras dos modificaciones más en una traslúcida declaración de intenciones (Carles Aleñà y Damián Suárez salieron del campo) para buscar la victoria. Tras más tiempo de lo deseado sin crear peligro en el área local, Sergi Darder probó sin éxito al ex arquero del Huesca.
Corría la hora de juego en un partido de lo más equilibrado cuando otra acción individual marcó diferencias: Puado cogió el balón en la zona de tres cuartos, avanzó en dirección vertical, se coló entre Ángel Algobia y Djené Dakonam y superó a Soria, esta vez sí, con una vaselina fantástica. Poco después, Munir El Haddadi cayó lesionado tras 20 minutos sobre el terreno de juego y dejó su puesto al joven Juanmi Latasa, cedido por el Real Madrid y sin apenas oportunidades en el torneo regular.
En uno de los intentos desesperdados del equipo anfitrión por empatar y sumar un punto, Duarte acarició el 1-1 con un remate de cabeza que se marchó por encima del larguero. Este resultado permite al cuadro catalán salir de la zona baja de la clasificación y alcanzar los 17 puntos, la misma cantidad que Almería (a falta de lo que haga contra el Atlético de Madrid), Celta de Vigo, Real Valladolid y el propio conjunto azulón. La parte baja de la tabla, con Sevilla y Cádiz (tiene que jugar este lunes) igualados a 15, está que arde.
Jugador Flashscore del partido: Joselu.
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