Ni en sus peores pesadillas podría imaginar Pablo Andújar la que se le venía encima cuando un lobo hambriento de tenis como Djokovic apareció en su camino hacia los cuartos de final del torneo de Israel. El actual número 7 del ranking no dio opción alguna al tenista español, rompiéndole hasta en tres ocasiones el servicio.
En esos momentos, lo único que se puede hacer es seguir luchando porque, a la mínima debilidad, Nole acaba con cualquiera. Y Andújar, 115 del mundo, siguió dándolo todo incluso cuando se encontró con una bola de break en el inicio del segundo set que auguraba lo peor. Pero el conquense se mantuvo concentrado y salvó su servicio después de superar otras cuatro bolas más en contra en el mismo juego.
El duelo estaba mucho más igualado en ese segundo set hasta que en el octavo juego Djokovic sí pudo hacerse con el servicio de su oponente para ponerse 5-3 y saque. Ahí no falló y ya piensa en el encuentro de cuartos ante el canadiense Vaek Pospisil, quien se impuso a su vez al israelí Edan Leshem por 6-3 y 6-2.