Strydom, que compartía el liderato al llegar a la última jornada, comenzó el domingo con cinco pares consecutivos antes de hacer birdie-bogey-birdie-doble bogey desde el hoyo seis. Una montaña rusa de sensaciones, una irregularidad que parecía que le costaría el título.
Pero todo cambió en los últimos ocho hoyos, donde consiguió birdies en los 10, 11, 13 y 14 para abrir una ventaja definitiva después de firmar 69 golpes en su tarjeta, un total de 18 bajo el par del campo en las cuatro jornadas, más que suficiente para entrar en el círculo de ganadores del DP World Tour por primera vez a la edad de 37 años.
Adrián Otaegui, quien había comenzado el campeonato muy rezagado, con 70 golpes el primer día, terminó segundo en solitario con 16 bajo par después de firmar cuatro birdies y ningún bogey en su ronda final de 68 golpes en el Leopard Creek Country Club.
Laurie Canter fue tercero a un golpe, por delante de Aaron Cockerill, Oliver Bekker y Branden Grace.
Strydom: "Por fin lo he conseguido"
Felicidad máxima la del sudafricano, profeta en su tierra, al coronarse campeón. "Me siento bien. Por fin lo he conseguido. Hacerlo también en Leopard Creek es algo especial. Es bonito. Creo que mis planes han cambiado un poco".
Strydom dio las gracias "a todos. Mi anfitrión que me ha tenido esta semana, increíble, todo el mérito para él; mi mujer, probablemente llorando en casa; mis padres llorando en casa; mi caddie, muchas gracias. Es mi lugar favorito. El campo está fenomenal, el mejor que he visto nunca. Estoy feliz", acertó a decir.