Nick Kyrgios lleva mucho tiempo hablando sin tapujos de los problemas mentales con los que ha luchado durante su carrera. En junio, admitió en una serie documental de Netflix que estuvo en un hospital psiquiátrico después de su derrota en segunda ronda de Wimbledon en 2019.
"Andy siempre me ha apoyado mucho. En cuanto empecé a jugar en las series ATP, vio que tenía mucho trabajo por delante y me tomó bajo su ala. Más tarde, en una fase avanzada de mi carrera, se dio cuenta de que yo era muy duro conmigo mismo. En mi opinión, yo no estaba capacitado para entrenar, seguía mi propio camino. Sin embargo, siempre se preocupó por mí. Por supuesto, le estoy muy agradecido. Se lo agradezco mucho", dijo el polémico tenista en una entrevista con 'Piers Morgan Uncensored' en la cadena británica TalkTV.
"Vio mis cicatrices autoinfligidas y me preguntó: '¿Qué tienes en el brazo?' Yo estaba bastante mal en ese momento. Obviamente, Andy intentó aconsejarme, pero yo era tan testarudo que no le hice caso", añadió el australiano.
En febrero del año pasado, Kyrgios publicó un post en Instagram sobre sus problemas mentales, destacando al final que se sentía mucho mejor. Sentirse bien se ha traducido en éxitos en las canchas: el año pasado alcanzó la final del Grand Slam de Wimbledon, entre otros. Actualmente, no juega debido a una lesión, pero intenta ayudar a quienes luchan con problemas de salud mental.
"Soy una luz al final del túnel para la gente que lucha. Cuando se sienten abrumados y se inclinan a recurrir al alcohol y las drogas, se abren y sienten que pueden ponerse en contacto conmigo. Ésa es la mayor fortaleza de mi carrera, que la gente acuda a mí con sus problemas", subrayó Kyrgios.