"Tomé la decisión de que voy a ir a Miami. Todavía no lo tengo cerrado al cien por cien. Me faltan algunas cosas pero decidimos continuar el camino. Si no salía lo del Barcelona, quería irme de Europa, salir del foco y pensar más en mi familia", ha desvelado el argentino en una entrevista conjunta desde París a los diarios Sport y Mundo Deportivo.
Confirma así lo anunciado por Flashscore rechazando por motivos familiares la propuesta saudita una vez que lo del Barça era imposible. "Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en manos de otro", ha contado Messi en primera persona.
No quería 'echar' a ningún compañero
Y es que para hacer viable su regreso, el Barça debía reducir 200 millones su masa salarial y esperar a las ventas de otros jugadores para disponer de hueco económico para él. "Escuché que tenían que vender jugadores o bajar sueldo a jugadores y yo no quería pasar por eso, ni hacerme cargo de obtener algo que tuviera que ver con todo eso".
Una vez imposible lo del Barcelona, la oferta árabe -300 millones por año- parecía irrechazable, pero hay otros valores a tener en cuenta. Y con su familia más cercana, y desoyendo a su padre, tomó la decisión final, la de jugar en el Inter de Miami, propiedad de David Beckham y de los hermanos Mas.