"Las negociaciones con la Euroliga empezaron hace ocho meses, buscando incluir un club de Dubái en el prestigioso torneo y acoger ciertos partidos en la ciudad", en el Coca Cola Arena (17.000 localidades), declaró Al Naboudah, presidente del recién creado Dubai Basketball Golf y exvicepresiente de la Asociación de Golf.

"Todavía no hay nada oficial, las negociaciones continúan" pero "las primeras señales son positivas", añadió Al Naboudah.

La Euroliga había confirmado previamente las conversaciónes para una "potencial colaboración" con Al Naboudah y los representantes del emirato, durante una visita a Dubái el 11 de octubre. Los trece equipos accionistas de la Euroliga, liga cerrada bajo invitación, se desplazaron entonces a los Emiratos Árabes Unidos.

"Por supuesto, estamos emocionados por el potencial de una Euroliga de baloncesto en los Emiratos Árabes Unidos, pero todavía es un poco pronto para entrar en detalles", afirmó por su parte el director general de la Euroliga, Marshall Glickman, en un comunicado después de la reunión del 11 de octubre.

"Estamos impacientes por continuar las conversaciones", añadió.

La creciente inversión de los países del Golfo en el mundo del deporte genera críticas por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos, que les acusan de limpiar su imagen gracias a los eventos deportivos ("sport washing").

Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Arabia Saudita acogen cada año Grandes Premios de Fórmula 1, mientras que Catar se prepara para organizar el Mundial de fútbol (20 de noviembre al 18 de diciembre).

El reino saudita también acoge este año el circuito disidente LIV Golf, que ha conquistado a varios de los mejores jugadores del mundo con premios récord, generando enfado por parte de las instituciones históricas del golf.