Sergio Ramos (36) anunció este jueves su adiós obligado a la selección. El relato del sevillano deja pocas dudas: Luis de la Fuente le llamó para explicarle que no forma parte de sus planes y nada le hará cambiar de opinión. A falta de un mes para conocer su primera lista, se resuelve una de las principales incógnitas. Tendrá que responder preguntas sobre el central cuando vuelva a comparecer ante los medios de comunicación, pero todo quedará reducido a la previa de ese estreno del entrenador de Haro en el cargo.

El propio jugador decidió hacer pública su conversación con el técnico para controlar él los tiempos y confirmar que no volverá a jugar con la camiseta de España. A lo largo del texto dejó varios recados al no estar conforme con una decisión cuanto menos drástica, pero lo único que le queda ya es disfrutar de todo lo vivido y recordar esos días mágicos con la Roja, la mayoría de ellos concentrados en las dos Eurocopas que conquistó y, por supuesto, aquel inolvidable Mundial de Sudáfrica.

Hablar de Ramos es hablar del futbolista con más internacionalidades en la selección absoluta. Su último partido lo jugó el 31 de marzo de 2021, frente a Kosovo, aunque tan solo estuvo sobre el césped durante cinco minutos. Su despedida -en aquel momento no podría imaginar que sería su adiós- no estuvo a la altura de su trayectoria porque acabó lesionado. Los de Luis Enrique, en el paro desde que lo cesaron tras el Mundial de Catar, ganaron por 3-1, pero no pudo irle peor al capitán.

Mejor recuerdo guardará de lo ocurrido meses atrás, cuando pudo marcar su último tanto. Tardó tres minutos en inaugurar el marcador, de penalti, y fue justo media hora después del pitido inicial cuando vio portería de nuevo. Aquella jornada de la Nations League se saldó con un claro 4-0 ante Ucrania, curiosamente la última vez que Ansu Fati celebró un gol con España en partido oficial, aunque el atacante del Barça tendrá muchas más oportunidades para ampliar su cuenta.