Hace un mes Argentina festejó en grande. La albiceleste obtuvo una ajustada tercera estrella después de vencer a Francia en una frenética tanda de penaltis. Lionel Messi (35), por supuesto, eclipsó a los integrantes de la plantilla del equipo sudamericano. 

Además del astro del PSG, un centrocampista se ganó el respeto de una afición complicada que, en menos de dos años, le ha visto como titular en tres finales diferentes (Copa América, Finalissima y Mundial). Ese hombre es Rodrigo de Paul (28), actual jugador del Atlético de Madrid. 

En Catar, De Paul ejerció un papel protagónico. Él, en sí, sostuvo el mediocampo argentino, en especial en la final contra Francia. En ese encuentro, el colchonero limitó la movilidad del frente ofensivo de Les Blues, recibió todo tipo de patadas, aguantó la avalancha de alternativas y, acto seguido, se coronó como Campeón del Mundo. 

A la vuelta en Madrid, después de unas merecidas vacaciones, su realidad contrasta con la excelsa presentación que vivió en Oriente Próximo. En el Metropolitano, al menos por ahora, De Paul no está en los planes de Diego Simeone. 

El esquema táctico colchonero no favorece al antiguo centrocampista del Udinese. La decisión de la directiva dependerá del resultado final de la temporada. Sin embargo, no es un secreto que el argentino está en el mercado y que desde Italia existen intereses que pondrían las manos al fuego por la contratación de sus servicios. 

Sin Joao Félix en el once, es claro que en el Atlético de Madrid nadie es indispensable. El portugués emigró a Stamford Bridge. En Londres intentará resarcir las malas sensaciones que dejó en sus cuatro campañas como rojiblanco. 

De Paul no ha completado la primera temporada y la directiva ya lo tiene en el mercado. 

Las polémicas es un segundo factor que acompañó a De Paul en su etapa como colchonero. Él fue visto en un acto de entretenimiento que tuvo lugar en Los Ángeles cuando, en teoría, tendría que estar a disposición del cuerpo técnico. 

Simeone le ha entregado oportunidades, al igual que a Félix. De Paul por el momento no cumple con las expectativas y pasa de ser indiscutible a transformarse en uno más que ni siquiera sabe si su suplencia está garantizada. Una adversa realidad para un jugador que hace un mes conquistó un Mundial.