Ale Galán, que ya estuvo cerca de romper con Juan Lebrón al final de la pasada temporada, dio el paso tras lo ocurrido en el Major de Doha, donde su compañero perdió las formas y protagonizó una escena muy poco habitual en el pádel. Tras llegar a la final en Acapulco, torneo en el cual estaban ya inscritos antes de ese polémico suceso, el madrileño volvió a alcanzar el duelo decisivo... junto a Fede Chingotto. Al otro lado de la red, los mismos jugadores.

Pese a que Agustín Tapia y Arturo Coello, los grandes rivales a batir en el circuito masculino, están mucho más rodados, el choque empezó con una gran declaración de intenciones por parte de sus oponentes. El 2-6 en la manga inaugural obligaba a remontar, lo que no fue ningún problema para los números uno, quienes le dieron la vuelta a la situación a través de un doble 6-3. Los allí presentes disfrutaron de un emocionante duelo. 

"En el primer set, por primera vez este año, no fuimos nosotros mismos, también porque no había manera de pasar a Fede y Ale. Pero luego entramos en el encuentro. La gente merecía un partido así. Hemos crecido y estamos felices de llevarnos otro título a casa", explicó Coello a los pocos minutos de certificar la victoria. El vallisoletano se mostró muy satisfecho por el rendimiento de un dúo que está llamado a consolidarse en lo más alto de la clasificación mundial.

"Nos enfrentamos a dos grandes jugadores. Era su primera vez juntos, aunque fue muy difícil. En el primer set estuvieron de manera increíble, a diferencia de nosotros. Pero con la lucha lo logramos y en los próximos torneos, cuando tengamos momentos difíciles, recordaremos este partido", apuntó el argentino Tapia, quien reconoció la superioridad de Galán y Chingotto hasta el segundo tramo.