Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, fue el primero en informar de que la Ley del Deporte de 1990 fija en tres años el plazo de prescripción de las infracciones calificadas como muy graves, por lo que los millonarios pagos del Barça durante casi dos décadas al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira, que finalizaron en 2018, ya no podrían ser penados en el ámbito de la disciplina deportiva (sí en el penal, como aseguró este viernes).
Sin embargo, El País saca este sábado que, en este caso, tanto la FIFA como la UEFA sí que podrían entrar de oficio y castigar a la entidad azulgrana si se demuestra que hubo fraude arbitral, corrupción entre particulares y administración desleal.
El sexto punto del artículo 27 del reglamento disciplinario de la FIFA, relativo a la organización y competencias, dice lo siguiente: "Los órganos judiciales de la FIFA se reservan el derecho a investigar, procesar y sancionar las infracciones graves que recaigan en el ámbito de aplicación de este código y en la jurisdicción de las confederaciones, federaciones u otras organizaciones deportivas si lo consideran adecuado en un caso determinado, en particular si la confederación, federación u organización deportiva no procesa una infracción grave en un plazo de tres meses desde el momento en que la infracción le conste a la Comisión Disciplinaria”.
Como apunta el citado diario, el organismo rector del fútbol internacional se reserva este tipo de actuaciones excepcionales en los casos en los que una federación nacional no puede o no quiere intervenir en situaciones como amaños de partidos o incluso abusos sexuales. De entrar de oficio, la FIFA podría llegar a imponer descensos y hasta arrebatar los títulos ganados aunque el supuesto delito esté prescrito y la RFEF no pueda imponer ninguna sanción al club azulgrana.
Por su parte, la UEFA, como dictan los artículos 4.02 y 4.03 de su reglamento, también podría actuar para penalizar "cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional", por lo que podría impedir que la entidad en cuestión pueda participar en sus competiciones durante una temporada.
No sería la primera vez que el órgano europeo entrase de oficio, puesto que ya lo ha hecho en casos de amaños de partidos en competiciones nacionales, como cuando expulsó a los equipos turcos Galatasaray y Fenerbahçe, sanción ratificada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).