Carlos Fernández ya entrena de nuevo junto a sus compañeros y aspira a entrar en la convocatoria para el partido contra el Athletic Club, un derbi que ilusiona a todos los futbolistas. Ambos conjuntos están en la zona alta de la clasificación y están encontrando una regularidad que invita a pensar que tanto unos como otros pueden jugar en Europa la próxima temporada: para los rojiblancos sería una novedad y para los blanquiazules, la rutina anual de los últimos cursos.

El atacante se lesionó hace un mes, en un amistoso contra el Rayo Vallecano, y apenas se ha perdido dos compromisos ligueros debido a que coincidió también con el parón por el Mundial de Catar. Tampoco estuvo presente para el duelo frente al Logroñés, aunque tendrá la posibilidad de estrenarse en la Copa del Rey en la siguiente eliminatoria (también causó baja contra el Cazalegas y el Coria). Tras superar esas tres primeras rondas, la Real Sociedad se medirá al Mallorca en los octavos de final.

Fernández sigue sin estrenarse en la campaña actual, muy condicionado por todos los problemas físicos que no logra alejar. Tan solo ha disputado 10 partidos hasta la fecha, un bagaje muy reducido para lo que cabía esperarse en agosto, cuando pudo reiniciar la cuenta tras una temporada completa en el dique seco. Es más, llegó a rozar el año natural sin poder vestirse de corto (jugó un amistoso el 31 de julio de 2021 contra el AZ Alkmaar y no volvió hasta el día 23 del mismo mes en otro partido similar ante el Mönchengladbach).

El todavía joven delantero (26) ha celebrado una única diana en el conjunto donostiarra (frente a su amado Sevilla en un encuentro liguero que se llevaron los andaluces), la mitad de los que celebró con el primer equipo de la entidad de Nervión (en las campañas 2016/17 y 2017/18). Sus mejores registros en la máxima categoría del fútbol profesional siguen siendo con el Granada, donde tenía un papel protagonista (13 tantos y tres asistencias, mismos números respecto a los que logró en el Deportivo de la Coruña).