Por estos argumentos y porque considera que se vulneraron sus derechos al ser investigado a sus espaldas desde que se produjo la denuncia por la supuesta violación cometida el 30 de diciembre de 2022 y hasta que fue detenido el 20 de enero de 2023. 

Según Guardiola, Dani Alves no pudo defenderse como debía ni acreditar que aquella noche había consumido mucho alcohol ni tampoco pudo acceder a una defensa de garantías porque se le concedieron sólo dos horas para preparar su declaración en el juzgado de guardia. 

Pero el tribunal considera que sí se ha garantizado el derecho de defensa, por lo que el juicio ha seguido adelante. 

La letrada de Alves también ha denunciado que no se autorizó un segundo examen médico a la presunta víctima, y ha pedido que ésta sea grabada cuando declare sin distorsionar su voz ni pixelar su imagen, pues dificultaría una escucha con claridad e incluso un eventual o eventuales recursos. Una petición que no ha sido tenida en cuenta. De hecho, la denunciante está declarando con el circuito de televisión cortado para los medios de comunicación y tras un biombo para evitar el contacto visual con su presunto agresor.  

Del mismo modo, también ha solicitado que su cliente declare el miércoles, en último lugar. Algo que sí ha tenido en cuenta el tribunal. 

Juicio paralelo

La abogada del exjugador también ha asegurado que Daniel Alves sufre "una ahogada situación económica", pues debe medio millón de euros a Hacienda, tiene un embargo de 150.000 euros y su saldo bancario es de 70.000 euros.

Además, ha apuntado que desde que salió a la luz el caso, todo lo publicado presenta al brasileño como un agresor sexual, lo que hace que haya "un convencimiento social de que es culpable".