McIlroy se había retirado de la junta el año pasado, pero el mes pasado dijo que estaba listo para volver y ocupar el lugar de Webb Simpson, con el estadounidense ofreciendo renunciar a su papel como uno de los directores de los jugadores.

Pero McIlroy, cuatro veces campeón de majors, ha dicho ahora que las discusiones sobre su regreso se volvieron "bastante complicadas y bastante desordenadas" y que Simpson permanecería en el consejo durante el resto de su mandato.

"Con la forma en que sucedió, se abrieron algunas heridas y cicatrices de cosas que han sucedido antes. Y creo que había un subgrupo de personas en la junta que se sentían incómodas conmigo por alguna razón", dijo McIlroy a los periodistas.

"Lo mejor es que si hay gente que no se siente cómoda conmigo, Webb se quede y termine su mandato. Ha llegado a un punto en el que se siente cómodo haciéndolo. Yo sigo haciendo lo que hago. Levanté la mano para ayudar, no diría que fue rechazada. Sólo diría que fue un proceso complicado volver a ponerme ahí, así que no pasa nada. No hay resentimientos y todos seguiremos adelante".

McIlroy había creído que podría echar una mano en las estancadas negociaciones entre el PGA Tour y el circuito LIV Golf, respaldado por Arabia Saudí, después de que ambos organismos anunciaran un acuerdo histórico para fusionarse y formar una entidad comercial que unifique el golf. Las negociaciones sobre la fusión siguen en curso.

"Yo diría que estoy impaciente porque creo que tenemos esta ventana de oportunidad para conseguirlo, porque ambas partes, desde una perspectiva comercial, no diría que necesitan conseguirlo, pero tiene sentido", dijo el jugador de 34 años.

"Probablemente no va a sentar muy bien a ninguna de las partes, pero si es un lugar donde el juego del golf comienza a prosperar de nuevo y todos podemos volver a estar juntos, entonces creo que eso es en última instancia algo realmente bueno".