Futbolistas que no quieren ser convocadas, una seleccionadora cuyo puesto está en peligro pese a debutar este viernes 22 de septiembre, una sucesión de comunicados por las diferentes partes implicadas, algún que otro despido (como el de Jorge Vilda en su día y, más reciente, el de Andreu Camps, mano derecha de Luis Rubiales en la Real Federación Española de Fútbol) o una reunión con la citada institución y el Consejo Superior de Deporte que no terminó hasta las cinco de la madrugada. La previa del duelo frente a Suecia ha estado marcada por un sinfín de circunstancias que van más allá del terreno de juego.

Kosovare Asllani, que tiene una relación con el país que triunfó en Sídney porque defendió los colores del Real Madrid, prefirió mantener cierta inceridumbre para provocar un mayor impacto: "Vamos a mostrar nuestro apoyo a las españolas durante el partido. Vamos a hacer algo juntas. No voy a decir qué, no queda tanto, lo veréis el viernes". Estas declaraciones tuvieron lugar este jueves, un días antes de que el balón echase a rodar en el Gamla Ullevi (Gotemburgo).

No sorprendieron estas palabras de la delantera porque Filippa Angeldal lo dejó muy claro el martes: "Es una situación muy difícil. Deben saber que tienen todo el apoyo que necesitan, que otros países las apoyan en cualquier decisión que quieran tomar. Si creen que tienen que organizar un boicot para que se haga algo, obviamente estaremos con ellas. No creo que nadie quiera pasar por algo así. Creo que mentalmente les afecta mucho".

"Se acabó, os apoyamos" o "con vosotras, Jenni y la Roja" son algunos de los mensajes que se pudieron leer en las gradas del estadio, aunque el principal mensaje fue conjunto: las 22 futbolistas posaron junto a una pancarta muy reivindicativa ("Nuestra lucha es una lucha global. Se acabó)". Además, las campeonas del mundo portaron una simbólica venda con el '10' de la estrella del Pachuca y ese citado lema que ha traspasado todas las fronteras.

Todo lo que tiene que ver con el choque, disponible en Flashscore.