Athenea del Castillo (22) se vio implicada en un tema nada sencillo porque, en resumidas cuentas, se dejó caer que ella era la 'topa' de la selección. Y todo a raíz de una información que publicó el periodista Juanfe Sanz, quien contó una noticia y dio entender que su fuente era la propia futbolista. Esto llega, además, en un contexto muy complicado porque las campeonas del mundo pidieron no ser llamadas para la convocatoria (ella, por iniciativa propia, fue una de las excepciones).
"En referencia a los comentarios vertidos sobre mí la pasada madrugada en el programa 'El Chiringuito', quiero manifestar lo siguiente", dijo la madridista al comienzo de un comunicado que llegó durante la misma tarde, aunque horas antes, en la cual comparecieron Montse Tomé y, de forma inmediata, Alexia Putellas e Irene Paredes. "Ninguna de las jugadoras de la selección se ha dirigido a mí en el término de 'traidora'", explicó en primer lugar.
"En su día adopté una postura diferente a la de la mayoría de mis compañeras. Así se lo manifesté en su momento a ellas y lo hice público a través de un comunicado en el que dejaba clara mi opinión. Más allá de esa aclaración, ni yo ni nadie de mi círculo de confianza hemos hablado sobre esta situación con ninguna persona fuera del mismo. Por este motivo, rogaría que no se especulase sobre mi estado anímico ni nada al respecto. Agradezco sinceramente las numerosas muestras de apoyo y cariño recibidas", añadió la ex del Deportivo de la Coruña.
Athenea era una de las certezas en la lista porque todo parecía indicar que las grandes triunfadoras en Australia y Nueva Zelanda no serían alistadas por Tomé. La asturiana, sin embargo, decidió ignorar la petición y llamó a la mayoría -incluidas Patri Guijarro y Mapi León-, un 'modus operandi' que le puede costar el puesto de cara al próximo mes porque ha actuado en contra del grupo que lidera. En la previa, ante los medios de comunicación, trató de justificarse.