La Roja ganó 2-3 en Gotemburgo (goles de Athenea del Castillo, Eva Navarro y Mariona Caldentey) y ya mira con otros ojos al siguiente encuentro. El acercamiento entre la Real Federación Española de Fútbol y las futbolistas, además de las muy buenas sensaciones del pasado viernes en tierras escandinavas, provoca que se hable más de lo que ocurre dentro del campo que fuera. El conflicto aún no está solucionado, pero los pasos que se están dando tienen un rumbo claro: la dirección correcta.
Las 23 internacionales trabajaron en el gimnasio este sábado, algo común los días posteriores a un partido, más si cabe teniendo en cuenta las circunstancias (poco descanso y mucho desgaste mental). Además, el plantel comandado por Peter Gerhardsson siempre presenta duelos muy físicos y el debut en la Liga de Naciones no iba a ser menos. Las anfitrionas, con el apoyo de su público, se adelantaron en el marcador y empataron en el tramo final. No les valió para rascar premio alguno.
Ya en la jornada dominical, con la Ciudad Deportiva Luis del Sol (Real Betis) como escenario, trabajaron sobre el césped para preparar el importante choque frente a las helvéticas. Un triunfo serviría para hacer bueno lo visto en la jornada inaugural y, sobre todo, para asentarse en la zona noble del grupo. Se espera que Tomé mantenga el núcleo duro, con Alexia Putellas o Irene Paredes como portadora del brazaleta de capitana, en busca de otros tres valiosos puntos.
A última hora de la tarde, el equipo nacional ha llegado al Hotel Córdoba Center. Allí se ha concentrado un numeroso grupo de aficionados, quienes han pedido fotografías y autógrafos a sus heroínas. Conviene recordar que las campeonas del mundo aún no han jugado en casa con la estrella en el pecho, por lo que no han tenido el merecido homenaje ni han recibido el cariño de un país que disfrutó de lo lindo durante ese -casi- mes inolvidable (del 23 de julio al 20 de agosto).