Previsto para este verano, el 47º Trofeo de Campeones de Francia fue finalmente reprogramado justo después del parón invernal. En el Parque de los Príncipes, el París Saint-Germain recibía al Toulouse FC como favorito para conquistar su 12º título en la competición. Los visitantes buscaban desesperadamente la victoria, pero sus posibilidades eran escasas.

Más aún cuando el PSG abrió el marcador en menos de tres minutos. Ousmane Dembélé marcó la diferencia por la banda y encontró con demasiada facilidad a Kang-In Lee, que batió a Guillaume Restes. El Toulouse no pudo empezar peor, totalmente asfixiado por el dominio de los locales, decididos a matar el partido lo antes posible.

En plena tormenta, Gabriel Suazo estuvo a punto de encontrar un hueco tras lograr entrar en el área parisina, pero sólo fue un grano de arena. La máquina parisina acaparó el balón sin llegar a parecer demasiado peligrosa, y cuando lo hizo, fue demasiado imprecisa. Bradley Barcola intentó meter de nuevo en más ventaja al PSG en el partido, pero Restes pudo salvar esta vez (31').

Fue el comienzo de otro periodo intenso para el Toulouse, a los que les llovían las ocasiones. Pero a pesar de los esfuerzos de Dembélé y Achraf Hakimi, no pudieron aumentar su cuenta y estuvieron a punto de pagarlo caro cuando Thijs Dallinga estrelló el balón en el poste (37'). Fue un primer aviso que sacudió al PSG, y en particular a Kylian Mbappé, que se lució con un disparo desde la frontal del área para establecer el 2-0 antes del descanso.

Pero el Toulouse no volvió como una víctima expiatoria. Cristian Casseres y luego Dallinga estuvieron a punto de reducir la desventaja al principio de la segunda parte. El PSG aguantó y estuvo a punto de sentenciar el resultado cuando un espléndido lanzamiento de falta de Hakimi se estrelló en el poste izquierdo (56'). A pesar de todo, el Toulouse siguió presionando.

Y tras un gran barullo en el área parisina, Vincent Sierro estuvo a punto de recortar distancias. El París también perdió a Milan Skriniar por lesión, lo que supuso el debut del nuevo fichaje Lucas Beraldo. Pero el ritmo del partido se ralentizó un poco, ya que el Toulouse empezó a perder fuelle y a desesperarse por encontrar un hueco.

Por desgracia para ellos, el PSG tenía la sartén por el mango, y no soltó a su presa. Gianluigi Donnaruma evitó los escasos balones calientes, negando el tanto a Dallinga en particular en el tiempo añadido.

Al final, el PSG ganó 2-0 y se adjudicó la Supercopa francesa por duodécima vez. Kylian Mbappé encontró la red para convertirse en el máximo goleador histórico del PSG en el Parc des Princes. Una victoria, un trofeo y un récord: una gran noche para el París. El Toulouse no tiene nada de lo que avergonzarse, aunque puede que lamentase cierta falta de acierto, pero aun así demostró que tiene lo que hay que tener para este tipo de eventos.