Hace cuatro años, el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, decidió revolucionar el tradicional partido entre el campeón de Liga y el ganador de la Copa del Rey.
Convirtió este duelo en una final a cuatro con campeón y subcampeón de Copa y primero y segundo del campeonato español para dar más emoción al título, además de enviar la competición a Arabia, en busca de aire para las arcas del organismo.
La RFEF pactó un primer contrato por tres años, pero una posterior renegociación confirmó su mantenimiento hasta el 2029.
"400 millones"
"El fútbol español ha logrado 400 millones de euros; 200 son para los equipos participantes y otros 200, para el fútbol modesto", decía Rubiales en una rueda de prensa allá por 2022.
El nuevo contrato supone "que Arabia pagará (por edición) 40 millones de euros sin ni siquiera ir a jugar allí y la mitad de ese dinero va a equipos modestos", explicó Rubiales, que dimitió en septiembre tras el escándalo por el beso no consentido a la internacional Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino.
El expresidente se refería a la Supercopa de 2021, ganada por el Athletic de Bilbao y la única que se jugó en España desde la firma del contrato con Arabia, debido a la pandemia de la COVID-19.
Las TRES siguientes se han celebrado en Riad, después de que la primera se jugara en la ciudad costera de Yeda.
"Jugándose aquí, la RFEF recibía 120.000 euros; y ahora, 40 millones", insistía el motrileñño durante una asamblea.
A ello se tienen que añadir los en torno a 6 millones de euros, que, según la prensa española, cobra anualmente la Federación por los derechos televisivos del torneo, que tiene la plataforma Movistar+ hasta 2025.
La institución que rige el fútbol español siempre defendió el cambio como una forma de aumentar sus ayudas a los equipos con menor músculo financiero, a los que, según el propio Luis, se destina la mitad de los ingresos.
"Desde que se juega la Supercopa en Arabia, los clubes hemos recibido un 400% más de lo que recibíamos históricamente", afirmaba hace ya meses Luis Daza, presidente del Huétor Tajar, de la Tercera Federación, equivalente a la quinta categoría del fútbol español.
Reparto desigual
La otra parte se distribuye entre los equipos participantes, aunque no todos cobran lo mismo, sino que la división se hace en función de criterios como los títulos logrados o la audiencia televisiva.
De esta manera, Real Madrid y Barcelona ingresarían unos seis millones de euros, el Atlético de Madrid se quedaría con unos tres y Osasuna se lleva algo más de un millón, según diferentes medios.
A esto se añadirían otro kilo más para los dos equipos que llegan a la final -Madrid y Barça-, y uno más para el que salga ganador del torneo el próximo domingo en el estadio Al-Awwal.
Los participantes también reciben unos 300.000 euros adicionales para gastos de viaje.
Un aporte económico que es bien recibido por clubes como el conjunto azulgrana, al que estos ingresos pueden ayudar a apuntalar su maltrecha economía.