Hace siete meses, cuando el Nápoles se acercaba a su primer título de la Serie A en más de tres décadas, Victor Osimhen confesó al Daily Mail que siempre había soñado con ganar el premio al mejor futbolista africano del año.
Osimhen hizo historia y devolvió el Scudetto al Estadio Diego Armando Maradona tras una actuación dominante que vio a los napolitanos liderar la liga desde septiembre.
La increíble temporada con el Nápoles hizo realidad el sueño de Osimhen, elegido mejor jugador del año en los Premios CAF 2023.
Se convirtió en el primer nigeriano en ganar el premio desde Nwankwo Kanu en 1999. También es la primera vez que el galardón regresa a un país africano de habla inglesa en el siglo XXI.
Pero, ¿merecía el delantero del Nápoles el galardón por unanimidad?
Los rivales por el premio
La lista de 30 candidatos se redujo posteriormente a 10, antes de quedarse en tres: Osimhen, Salah y Hakimi.
Al final, un jurado compuesto por el Comité Técnico de la CAF, profesionales de los medios de comunicación, entrenadores y capitanes de asociaciones miembro y clubes participantes en las fases de grupos de las competiciones interclubes votó a Osimhen como ganador.
Salah y Hakimi eran sus competidores más directos, y este último representaba la mayor amenaza.
Salah aspiraba a ganar el premio por tercera vez después de alzarse con el galardón en 2017 y 2018. Fue el máximo goleador del Liverpool y terminó la temporada 2022/23 con 30 goles, mientras que dio 16 asistencias.
A pesar de una temporada muy irregular, el buen momento de forma de Salah en la segunda vuelta impulsó al Liverpool hasta la Europa League, en la que se quedó a las puertas de los cuatro primeros puestos. En la Premier League, el egipcio sumó 19 goles y 12 asistencias en 38 partidos.
Salah no tuvo la oportunidad de representar a su país en el Mundial de 2022 tras perder la clasificación ante Senegal y su entonces compañero de equipo Sadio Mané. A pesar de ello, el delantero del Liverpool se resarció e inspiró a Egipto para clasificarse para la AFCON 2023.
En cuanto a Salah, una vez más sus números fueron de talla mundial, pero en realidad no tuvo un impacto significativo en los logros de su equipo. El Liverpool no ganó ningún trofeo y Egipto no se clasificó para el Mundial.
A diferencia de Salah, Hakimi tuvo una oportunidad única de hacer historia con Marruecos en el Mundial de Qatar. Los Leones del Atlas se convirtieron en el primer país africano y árabe en alcanzar las semifinales del Mundial.
Y lo hicieron a lo grande, como primeros de grupo junto a Bélgica, Croacia y Canadá. La hazaña se prolongó en la ronda eliminatoria, ya que el penalti a lo panenka de Hakimi marcó la diferencia en la tanda contra España, país que le vio nacer y crecer. Un gran cabezazo de Youssef En-Nesyri en cuartos de final contra Portugal fue suficiente para que los norteafricanos alcanzaran por primera vez las semifinales. Finalmente, perdió las semifinales y el partido por el tercer puesto contra Francia y Croacia respectivamente, pero se ganó el respeto de muchos.
El éxito de Marruecos en la cita mundialista se debió a la contribución de varios jugadores clave. Yassine Bounou, Sofyan Amrabat, Hakim Ziyech, Sofiane Boufal y En-Nesyri fueron decisivos en el triunfo del país.
Hakimi estuvo bien, pero se le puede considerar parte de una unidad en lo que respecta a la histórica trayectoria de Marruecos. Por ejemplo, Lionel Messi ganó el Balón de Oro en el Mundial, pero no fue sólo porque Argentina estuviera por encima de todos los demás. El delantero del Inter Miami ganó individualmente partidos para su selección y marcó la diferencia en cada encuentro. Es fácil atribuir el éxito de Argentina en Catar a Messi, pero no se puede decir lo mismo de Hakimi.
En el PSG, Hakimi contribuyó con cinco goles y cuatro asistencias en 28 partidos de liga, con los que el PSG conquistó su décimo título de la Ligue 1, un récord.
Osimhen se eleva por encima de los demás
Hacía 23 años que un nigeriano no ganaba este premio, y Osimhen acabó con el gafe a lo grande. Es difícil rebatir al delantero que dominó el fútbol europeo la temporada pasada. Se proclamó máximo goleador de la Serie A con 26 dianas, el mayor número de goles marcados por un africano en una temporada de la Serie A, batiendo de paso el récord de George Weah.
Marcó goles importantes y demostró ser la estrella del Nápoles en los momentos clave de la temporada, en la que ganó el Scudetto por primera vez desde 1990. En todas las competiciones, el delantero marcó 31 goles y alcanzó los cuartos de final de la Liga de Campeones de la UEFA.
En cuanto a los hitos individuales, el nigeriano ganó la Bota de Oro de la Serie A y fue elegido mejor delantero y mejor jugador de la temporada. Estos galardones demuestran cómo su influencia trascendió más allá del Nápoles y se extendió a toda Italia.
Sus excepcionales actuaciones convirtieron su máscara en un punto de atracción, ya que los aficionados se agolpaban en las tiendas para conseguir su réplica. Fuera de Italia, Osimhen ocupó el octavo puesto en la clasificación del Balón de Oro 2023 y se convirtió en el primer nigeriano que entraba en el Top 10 de los premios.
La única pega fue el hecho de que Ghana superara a Nigeria en la Copa Mundial, ya que las Súper Águilas se quedaron fuera por la regla del gol fuera de casa. El delantero se recuperó y marcó 10 goles en la fase de clasificación para la AFCON, ayudando a Nigeria a reservar un billete para la cita continental de Costa de Marfil del año que viene.
Osimhen siempre tuvo las de perder. Entre noviembre de 2022 y septiembre de 2023, no ha habido un jugador más regular en el continente. Ha tenido clase en Italia, Europa y África.