Cuatro americanos sobre el césped y muchas ausencias enmarcaron el primer Milan-Juventus de la temporada en un San Siro, como siempre, con las entradas agotadas.
Los rossoneri tuvieron que prescindir de Mike Maignan, Theo Hernández y Ruben Loftus-Cheek, mientras que los bianconeri, sin su capitán Danilo, dejaron en el banquillo a Dusan Vlahovic y Federico Chiesa.
Fue la primera ocasión del partido para los locales, en el minuto 15. Tras una internada de Rafael Leao, un zurdazo en diagonal de Olivier Giroud parecía dirigirse a la escuadra izquierda de Wojciech Szczesny, pero el guardameta polaco reaccionó a tiempo para desviar a córner.
La Juve, aunque tímidamente, creó una ocasión con un disparo desde fuera del área de Filip Kostic y luego otra con un zurdazo de Adrien Rabiot, ambos desviados.
La roja que lo cambió todo
El partido cambió en el minuto 40, cuando Malick Thiaw dejó escapar a Moise Kean, lo derribó y vio la tarjeta roja por una falta siendo el último defensor, dejando a su equipo con diez. Pioli sustituyó inmediatamente a Pulisic por Kalulu.
Fue el propio Kean quien estuvo a punto de adelantar a los suyos, pero falló un remate cercano para dejar el 0-0 al llegar al ecuador.
La segunda parte comenzó sin especial emoción, con los visitantes incapaces de aprovechar la superioridad numérica... hasta que en el minuto 63, Manuel Locatelli soló un gran derechazo desde fuera del área que desvió Rade Krunic y se convirtió en el 0-1.
La Juventus creó dos ocasiones para sentenciar con McKennie y Federico Gatti, pero a ambos les faltó precisión. Tras ello, este último dio la alternativa al joven Dean Huijsen, que debutaba en la Serie A.
En el minuto 85 fue el suplente Dusan Vlahovic quien estuvo a punto de hacer el 0-2, pero Antonio Mirante no se dejó sorprender y desvió a córner su zurdazo desde el borde del área. El tercer portero del Milan volvió a oponerse al serbio en los últimos minutos para dejar el 0-1 y sellar un valioso triunfo para los bianconeri.