Fue uno de los peores traspasos de la historia para el club italiano. El centrocampista llegó al Inter en el verano de 2016 procedente del Sporting de Lisboa por casi 45 millones de euros y no logró hacerse un hueco en el terreno de juego. El conjunto milanés lo envió cedido al West Ham, al Lokomotiv de Moscú y de nuevo al Sporting. En 2021, tras la rescisión mutua de su contrato, reforzó al Benfica, donde tampoco se hizo un hueco y hace unos días se marchó cedido de nuevo, esta vez probará suerte con la camiseta del Besiktas.
Sin embargo, los problemas del Inter no terminan ni siquiera después de todos estos años. El diario deportivo portugués Record informa de que el Sporting sigue en los tribunales y se ha fijado una vista para el nueve de diciembre. El conjunto portugués alega que la rescisión del contrato de mutuo acuerdo en 2021 permitió al Inter saltarse una cláusula del contrato que le impedía vender a Mário a otro club portugués.
El equipo portugués quiere conseguir es de 30 millones de euros y, aunque la FIFA rechazó la primera reclamación, se celebrará una nueva vista en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).