Tras el empate ante la Juve y la victoria de la semana pasada en casa contra el Sassuolo, el Génova llegaba al Marassi contra el Inter con dos armas más, las recuperaciones de Mateo Retegui y Júnior Messias, para intentar el golpe definitivo.
Por su parte, los nerazzurri, que volvían de cuatro victorias consecutivas, y con cuatro puntos más que la Juventus, llegaban a Génova con el objetivo de acabar el año con una posible ventaja de siete sobre los bianconeri.
Al final, lo que se vio fue un partido bonito y equilibrado, hecho de golpes y reveses, para uno y otro bando, que terminó 1-1.
Sin algunos peones importantes, como Lautaro Martínez y Federico Dimarco, Simone Inzaghi volvió a confiar en el delantero Marko Arnautovic en la punta del ataque junto a Marcus Thuram.
Fue precisamente el ex del Bolonia, que peleó como un veterano el balón, el que creó cierta aprensión a la defensa rival, sobre todo en la primera parte, cuando encontró el camino de la portería para hacer el 1-0. Un gol fácil, a tres minutos del minuto 45, tras un disparo de Barella que acabó en el poste y terminó a los pies del delantero nerazzurro a pocos pasos de la línea. Pero había que estar ahí. Y estuvo.
El gol fue muy protestado por los locales porque, según los jugadores de Alberto Gilardino, la acción estuvo viciada por un empujón en el área de Yann Bisseck a un adversario: para el árbitro, Doveri, no hubo falta y el VAR no dijo lo contrario.
Los arañazos del Grifone
A pesar del gol y de las protestas, la reacción del Grifone no se hizo esperar. El colegiado añadió nueve minutos por una larga interrupción después de la escasa visibilidad por culpa del humo encendido por aficionados locales. Y en el minuto 45+7, Dragusin devolvió el empate al Génova con un potente cabezazo a la salida de un saque de esquina.
En la segunda parte, el Inter volvió a intentarlo con Arnautovic y también Acerbi, pero no fueron lo bastante incisivos de cara a portería. El Génova aguantó muy bien, haciéndose sentir a menudo en campo contrario, gracias también a las inserciones de Retegui y Messias, que entraron en la segunda parte, y a los cabezazos de Dragusin.
El resultado, sin embargo, no se movió del 1-1, dando un importante punto al Génova, por tercer partido seguido.
Para el Inter, un final de año sin estrépitos, a la espera del Juventus-Roma, previsto para este sábado por la tarde, para saber si será un punto ganado o dos perdidos.