España fue muy superior a República Checa en el partido de este viernes, que se disputó en Albacete. Aún había una última oportunidad, contra Italia el próximo 20 de diciembre, pero los de Albert Canillas no esperaron para conseguir el objetivo. Este triunfo, cuanto menos holgado (7-1), sirve para confirmar la primera plaza en el Grupo D. La distancia respecto a la Azzurra, que aspira a mantenerse en la segunda posición, ya es de seis puntos.
Un disparo cruzado de Pablo Ramírez empezó a decantar la balanza a favor de los anfitriones, que supieron jugar con esa reducida ventaja. Pese a que aún quedaba mucho tiempo por delante, el cuadro visitante se impacienció y recurrió al portero jugador. Ni siquiera así pudieron empatar (Jesús Herrero se mantuvo sólido bajo palos), todo lo contrario, ya que Juan Emilio firmó el segundo antes de que los jugadores se marcharan al vestuario.
Antonio Manuel Sánchez, más conocido como Boyis, se encargó de prácticamente sentenciar. Atacaban los blancos con cinco hombres y una pérdida en campo rival se tradujo en el tercero. Muy poco después, el culé Antonio Sánchez se adjudicó el cuarto tras un contragolpe letal que provocó el júbilo de los aficionados, conscientes de que el billete para la importante cita de 2024 ya estaba (casi) asegurado.
Tomas Vnuk trató de mantener con vida a los suyos (quedaban ocho minutos para el pitido de los árbitros), pero apenas fue un espejismo porque los de Albert Canillas reaccionaron de la mejor forma posible, dándole forma a la manita -por medio de Raúl Gómez, que vivió un encuentro especial porque volvía a su casa-. Ya en los compases finales, Francisco Paniagua y Tomaz Braga completaron una goleada de lujo en una brillante noche.
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