El Barcelona consiguió este domingo su octava Copa del Rey de fútbol sala. No la ganaban desde la temporada 2019/20, cuando lo conquistaron en tres ocasiones de forma consecutiva. Así, se pone fin a una pequeña sequía en esta competición. El pabellón Fernando Argüelles de Antequera sirvió como escenario en un intenso fin de semana con cuatro aspirantes, dos partidos y sólo un triunfador.
Los culés tumbaron a Jimbee Cartagena tras llegar al descanso con un par de goles de ventaja. Carlos Vagner Ferrao inauguró el marcador seis minutos después de que los árbitros hicieran sonar el silbato. Más adelante, justo antes del final del primer tiempo, Dyego Henrique convirtió el segundo para acercar la victoria. Nada más lejos de la realidad porque el resultado todavía era ajustado y el rival estaba dispuesto a hacer muy larga la noche. Gabriel Motta recortó distancias en el 29' y Antonio Pérez marcó en propia portería (33').
Los murcianos habían conseguido lo más complicado, pero Ferrao volvió a aparecer con una diana que tenía ciertos tintes de ser definitiva. Otra desgracia en contra de los catalanes (autogol de André Coelho) dio pie a que llegara una vibrante prórroga que se decidió tras una fantástica acción individual de Jean Pierre Pito. Pese a que Cartagena optó por el portero jugador para intentar empatar el choque una vez más, el equipo dirigido por Jesús Velasco resistió con solvencia y apenas concedió ocasiones para la igualada.
Podría haber sido un fin de semana perfecto para el Barça, pero de nuevo Sergio Lozano protagonizó la peor y única noticia de la doble jornada. El pívot sufrió una nueva lesión de rodilla y, a falta de pruebas médicas, se espera que esté en el dique seco durante unos meses. El capitán pone fin a la presente temporada y, salvo sorpresa mayúscula, volverá una vez arrancado el transcurso de la siguiente.
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