Quincy Promes, que continuaba su carrera en el Spartak de Moscú, no acudió al tribunal para escuchar la sentencia, según informó un portavoz a la agencia AFP.
Los anteriores intentos de extraditarlo desde la capital rusa fracasaron.
En sus conclusiones, el juez Vaandrager declaró que Promes era un ejemplo para muchos, especialmente para los jóvenes, por su talento futbolístico.
"El sospechoso aparece regularmente en las noticias, es activo en las redes sociales y tiene seguidores en todo el mundo. Esto agrava aún más el hecho de que haya intentado aumentar su riqueza participando en un importante tráfico internacional de drogas", explicó.
"Teniendo todo esto en cuenta, el tribunal considera apropiada una pena de seis años de prisión", dijo en un comunicado.
Está probado que Promes introdujo un total de 1.363 kilogramos de cocaína desde Brasil en 2020, a través del puerto belga de Amberes, hasta los Países Bajos, con la ayuda de un cómplice.
La sentencia se basó en conversaciones intervenidas y mensajes cifrados que había enviado bajo el seudónimo de "Fantasma".
Entre goles y conflictos
Los fiscales habían pedido una condena de nueve años de cárcel, pero el tribunal dictaminó que se habían basado en casos anteriores y, por tanto, la pena era demasiado dura.
Sus abogados habían defendido que era inocente.
En otro caso, Promes ya había sido condenado a 18 meses de prisión y al pago de una indemnización por apuñalar a su primo a propósito de un collar robado.
Promes fue internacional con Países Bajos en 50 ocasiones, marcando siete tantos, y formó parte de la selección que perdió contra la República Checa en los octavos de final de la Eurocopa de 2021.
Desde entonces no ha vuelto a vestir la camiseta naranja.
En 2019, Quincy fichó por el Ajax, que pagó 15 millones de euros al Sevilla.
Dos años más tarde, en 2021, dejó Ámsterdam y puso rumbo a Spartak, tras una etapa anterior, entre 2014 y 2018, en la que fue nombrado mejor futbolista del año en Rusia.