El fútbol de la Premier League regresó con un comienzo repleto de acción en Anfield, aunque no hubiese un tempranero gol después de que Dominic Calvert-Lewin enviara su cabezazo directamente a Alisson Becker y luego de que Salah, de forma poco habitual, se hiciera un lío con su disparo en la otra portería.
El carácter sin descanso del primer cuarto de hora se vio reflejado cuando el Liverpool, tras defender un saque de esquina de los Toffees y salir en una contra mortal en la que el disparo de Luis Díaz fue desviado por una excelente intervención de Ashley Young.
El juego se ralentizó a medida que el Liverpool empezó a hacerse con el control, y existía la sensación de que se necesitaría algo especial para abrir el marcador en un encuentro en el que se han producido más empates sin goles que en ningún otro de la era de la Premier.
Amadou Onana lo intentó con un disparo desde dentro de su propio campo, pero le salió horriblemente mal, mientras que el venenoso remate de Alexis Mac Allister fue despejado antes de ser recogido por Jordan Pickford.
Young, que antes había frenado a Díaz, complicó la tarea de los suyos al recibir dos amonestaciones por faltas sobre el colombiano en el minuto 37, con lo que aumentó el récord de tarjetas rojas en la liga inglesa.
Sean Dyche respondió con dos cambios defensivos antes de la reanudación, marcando la pauta de unos 45 minutos en los que los Toffees estaban dispuestos a sufrir para sumar un punto ante su acérrimo rival.
Eso se vio reforzado en el terreno de juego, con James Tarkowski bloqueando el disparo de Salah después de que Jarrad Branthwaite se resbalara y Onana se fuera por encima de los tablones publicitarios tras frenar a Díaz para dejar que el balón saliera fuera de juego.
Sin embargo, las frustraciones por la decisión de no mostrar la segunda amarilla a Ibrahima Konaté se agravaron cuando un centro de Díaz golpeó en la mano de Michael Keaney dentro del área. Un penalti que Salah transformó con contundencia a falta de un cuarto de hora para el final.
Pickford envió al larguero el ambicioso disparo de Harvey Elliott para mantener la esperanza, pero no hubo forma de detener al Liverpool en los instantes finales.
Es cuando Darwin Núñez corrió como alma que se lleva el diablo y asistió a Salah, que definió a la perfección. Los Reds, que llevaban dos partidos consecutivos sin ganar en la Premier, lograron una victoria especial y se colocan en cabeza de la tabla a la espera de los demás encuentros del fin de semana.
El Everton, por su parte, sufre su segunda derrota en los últimos cinco partidos de todas las competiciones.
Flashscore Jugador del partido: Mohamed Salah (Liverpool)