Sin embargo, la famosa "recta final" entre abril y principios de junio aún no ha comenzado, y se tratará tanto de superar la prueba mental como de cualquier otra cosa para un equipo que cayó en el último obstáculo la temporada pasada.

A estas mismas alturas de la temporada pasada, el Arsenal tenía una ventaja de ocho puntos (habiendo jugado un partido más) sobre el Manchester City a falta de 10 jornadas. Pocos días antes de su victoria por 4-1 sobre el Crystal Palace el 19 de marzo, el Sporting de Lisboa les había eliminado de la Europa League.

También habían quedado eliminados de la Copa de Inglaterra, a manos del City, a la postre campeón, en la cuarta ronda. Mientras tanto, el City tenía que preparar un partido de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich y una semifinal de la Copa de Inglaterra en Wembley.

Todo estaba a favor del Arsenal. Casi siempre tenían al menos una semana entre cada partido, mientras que el City jugaba dos veces por semana, por no hablar de la ventaja de ocho puntos. Pero aquella convincente victoria por 4-1 en un electrizante Emirates Stadium serían los últimos tres puntos del Arsenal hasta la victoria por 3-1 contra el Chelsea el 2 de mayo.

A los empates contra el Liverpool, el West Ham y el Southampton siguió una aplastante derrota por 4-1 ante su rival por el título, el Manchester City, a finales de abril. Algunos expertos, como Gary Neville, describen el final de la temporada como la recta final del mes de abril. Pues bien, abril fue el mes en que todo se vino abajo para el Arsenal y, con él, un título que tenía en la palma de la mano, se hizo añicos.

En marzo de 2024, el Arsenal se encuentra de nuevo en cabeza de la Premier League a falta de 10 partidos, con una ventaja de sólo un gol. Puede que no tengan la ventaja de puntos que tenían el año pasado por estas fechas y que haya una lucha a tres bandas por la liga, pero el Arsenal se enfrenta a la misma prueba mental que hace 12 meses.

Ningún equipo de las cinco primeras ligas europeas está ganando en casa como lo ha hecho el Arsenal desde principios de año. El estilo de juego que Arteta ha implementado es como un híbrido entre el fútbol rock and roll de Klopp y el fútbol medido, robótico y basado en la posesión de Guardiola, y es apasionante de ver.

Por lo tanto, depende de Arteta y de su tropa de jóvenes Gunners no embotellarse bajo la presión de una carrera por el título y por la Liga de Campeones en la inminente recta final.

Ambos logros eran una quimera cuando el Arsenal terminó octavo en la primera temporada de Arteta en el club, hace sólo cuatro años. Su fe en la juventud, su fe en su estilo de juego y, lo que es más importante, en la forma en que había que dirigir el club, han dado sus frutos, y el club podría estar a punto de recoger los frutos con rotundidad.

La "recta final": al Arsenal le aguardan las pruebas decisivas de la temporada

¿Qué le espera al Arsenal en esta fase final de la que tanto se habla? En pocas palabras, nada fácil. El domingo por la tarde se enfrentará al Manchester City en el Etihad. A continuación, en el temido mes de abril, se enfrentará al Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones, disputará el derbi del norte de Londres contra los Spurs y se medirá al Aston Villa y al Chelsea. En total, nueve partidos en un mes de abril frenético y decisivo.

De cara a mayo, cabe esperar victorias contra el Bournemouth y el Everton en la última jornada. Pero la visita a Old Trafford en su penúltimo partido, contra un Manchester United que podría seguir luchando por la Liga de Campeones, podría ser otro escollo.

En definitiva, aunque algunos de los partidos que se avecinan para el Arsenal parezcan desalentadores sobre el papel, y más teniendo en cuenta su historia reciente, no deben temer a nadie. Gabriel y William Saliba sostienen la defensa más sólida de Europa, Declan Rice se ha convertido en uno de los mejores centrocampistas polivalentes del mundo, Bukayo Saka es uno de los extremos más peligrosos del fútbol mundial y Kai Havertz ha resuelto por fin (de momento) su problema con el número nueve.

Si el Arsenal sigue jugando como lo ha hecho durante la mayor parte de la temporada y, sobre todo, desde el año pasado, podrá plantar cara a cualquiera. Pero su reciente eliminatoria de Liga de Campeones contra el Oporto, en la que cayó en la tanda de penales, nos recuerda que si juegan con miedo a perder, no conseguirán nada esta temporada y pasarán por alto otra campaña sin títulos.

El artístico Arsenal de Arteta está jugando un fútbol eléctrico, y el famoso doblete está al alcance de la mano. Pero, ¿podrán mantener la sangre fría y devolver a sus seguidores el apoyo que les han brindado en los oscuros 20 últimos años? Si lo consiguen, pasarán de ser casi un equipo a uno de los más grandes de la Premier League.