Los principales clubes ingleses desembolsaron 815 millones de libras (1.000 millones de euros) en jugadores en enero del año pasado, casi el doble que en el mismo mes de 2022. Este enero, los clubes habían desembolsado poco más de 50 millones de libras en vísperas de la fecha límite.
"La época de las arcas de guerra ya pasó", declaró recientemente Eddie Howe, entrenador del Newcastle. "Todos los clubes hacen lo mismo que nosotros. Puede que el verano sea igual, en el sentido de que ahora los clubes de fútbol hacen los traspasos de otra manera".
El clima ha cambiado debido a las medidas drásticas de la Premier League a través de sus Reglas de Rentabilidad y Sostenibilidad (PSR).
Las PSR se introdujeron en 2013 para nivelar el campo de juego y evitar que los clubes con grupos de propietarios ricos, como el Newcastle, gasten grandes sumas en jugadores. Esto significa que los clubes pueden perder un máximo de 105 millones de libras en un periodo de tres años.
Al Newcastle, diezmado por las lesiones esta temporada, le habría venido bien una inyección de talento antes del cierre de la ventana el jueves a las 00:00 horas, ya que languidece séptimo en la Premier League tras su cuarto puesto de la temporada pasada.
La riqueza de los propietarios del Newcastle, respaldados por el Fondo de Inversión Pública saudí, sitúa al club del noreste entre los conjuntos de fútbol más ricos del mundo y han gastado mucho desde el cambio de propiedad en 2021, dejándoles cerca de su límite de PSR.
"No queremos incumplir el FFP (Juego Limpio Financiero)", dijo Howe. "Ahí es donde apoyaré las decisiones que se tomen a largo plazo y que beneficien al club".
"Es una situación compleja. No creo que nada esté claro. Todas las eventualidades pueden suceder".
Aunque el Newcastle se benefició económicamente de jugar esta temporada la fase de grupos de la Liga de Campeones antes de su eliminación, parece poco probable que vuelva a estar entre la elite europea el próximo curso.
Dan Plumley, experto en finanzas futbolísticas de la Universidad Sheffield Hallam, dijo a Reuters que las Urracas podrían tener que deshacerse de jugadores antes de poder reforzar su plantilla.
"No es descartable que el Newcastle quiera vender a un par de jugadores para liberar fondos y hacer algo más, quizás en verano, como un plan a largo plazo para invertir en la plantilla, como hemos visto que han hecho desde que los nuevos propietarios se hicieron cargo", dijo.
El Al Shabab ha estado vinculado al centrocampista paraguayo del Newcastle Miguel Almirón, pero al parecer el club saudí no ha podido hacer frente a su precio de 30 millones de libras (35 millones de euros).
PENALIZACIONES POR PUNTOS
El fantasma de las sanciones por puntos, según Plumley, ha obligado a los equipos a actuar con cautela.
El Everton recibió una deducción de 10 puntos por infringir los límites de la RSP (la vista de su apelación comenzó el miércoles) y este mes fue sancionado, junto con el Nottingham Forest, por otra infracción.
"En la Premier League es la primera vez que vemos deducciones de puntos y cargos contra estas normas", añadió Plumley.
Así que en estos momentos están pasando muchas cosas en el sector, lo que significa que los clubes están siendo un poco más cautelosos con esas normas de lo que quizá lo han sido en el pasado".
"El Newcastle, a pesar del poder financiero de sus propietarios, no está en condiciones de gastar dinero en jugadores a diestro y siniestro, debido a la normativa de la liga", añadió.
El Newcastle ha registrado unas pérdidas acumuladas de 181 millones de euros en los tres últimos años, aunque las inversiones en infraestructuras, la academia, la fundación benéfica y el fútbol femenino pueden deducirse para cumplir las normas de la RSP.
El Manchester City, ganador del triplete la temporada pasada, se enfrenta a cargos por más de 100 presuntas infracciones de las normas financieras desde que el club fue adquirido por el City Football Group, con sede en Abu Dhabi, en 2008. Aún no se ha dictado sentencia.
"Todo el mundo está en estado de alerta, y la forma en que esto se desarrolle, cuando finalmente tengamos ese veredicto, podría suponer un verdadero cambio en la dinámica del fútbol inglés y, por supuesto, en el regulador independiente (del Gobierno británico) y en lo que puede o no parecer", afirmó Plumley.
"Va a haber muchas más conversaciones en este espacio, creo".