El equipo de Santi Denia tiene fútbol de sobra para poder derrotar a los ingleses pero como el mismo seleccionador reconoció, en rueda de prensa, la Rojita tendrá que “rozar la excelencia” para derribar el muro británico y poder lograr la Triple Corona ya que esta generación del 2000, aunque con cambios significativos en los últimos años, ya ganó el campeonato de Europa sub 17 y el sub 19. En Georgia podrían rematar un hat trick histórico.  

Repasando la nómina de jugadores ingleses de nivel se pueden encontrar perlas como Smith-Rowe (Arsenal), Curtis Jones y Harvey Elliot (Liverpool), Palmer (City) o Gibbs-White, magnífico centrocampista del Nottingham Forest. 

Ante esa pléyade de futuras estrellas, España opone la fuerza del grupo, un equipo en el que han marcado hasta siete jugadores diferentes y que está liderado por la “vieja guardia” compuesta por Víctor Gómez, Miranda, Antonio Blanco, Sergio Gómez y Abel Ruiz. 

Los jugadores que salen de banquillo como Aimar Oroz, Barberá o Barrene también han cumplido a la perfección. Sorprende, eso sí, las pocas oportunidades que ha tenido Gabri Veiga, una de las grandes revelaciones de LaLiga con el Celta de Vigo y al que pretenden varios clubs grandes de Europa. 

Ambas selecciones han demostrado ser las más poderosas durante el torneo pero sólo una de ellas se llevará la gloria. La fuerza de España intentará conquistar el fortín inglés. Pase lo que pase las dos habrán triunfado. Una final como esta refleja la fortaleza y calidad del fútbol base de un país. 

El futuro, en el caso de ambos países, parece garantizado.