Pocas veces se ha visto una devaluación tan grande en un futbolista. Hazard llegó hace 4 años, siendo una gran figura en el Chelsea y en la Premier, a cambio de 100 millones de euros. Actualmente, según la web especializada Transfermarkt, su valor de mercado es de 5 millones. El desplome ha sido brutal.
El mensaje que le volvió a mandar Ancelotti en el Sánchez Pizjuán fue claro como el agua. En ausencia de Vinicius, Asensio y Benzema, ni fue titular ni jugó un solo minuto. Incluso el canterano Álvaro Rodríguez figura ya por delante de él en la rotación. La interpretación es igual de cristalina: si decide quedarse y cumplir el año de contrato que le queda esa será la tónica habitual. Le espera otra temporada en el olvido para fomentar su ocaso como futbolista salvo que, en una reacción de orgullo, decida un cambio de aires para volver a jugar.
El belga tiene sólo 32 años y no ha sufrido un gran desgaste en las últimas temporadas a pesar de sus lesiones. La lógica indica que, si recupera la confianza y físicamente se encuentra bien, aún deberían quedarle varios años de fútbol a buen nivel. Para ello necesita continuidad y en el Real Madrid ni la ha tenido ni la va a tener.
Nadie en Valdebebas le forzará a buscar una salida porque saben que los contratos están para respetarlos pero en su mano está decidir si quiere ser otro caso como Mariano, un mero adorno en el banquillo o en la grada, o si opta por rebelarse contra su situación y demostrar que todavía queda algo del impresionante futbolista que fue durante una larga etapa.