Endrick (17) cerró su semana fantástica siendo héroe en su tierra. Después de anotar dos dianas con la selección Brasileña -contra Inglaterra y España- en el parón internacional regresó a Sao Paulo para meter al Palmeiras en la final del Campeonato Paulista, donde se verá las caras en un doble duelo contra el Santos (31 de marzo y 7 de abril).
No le han pesado al talentoso delantero los más de 8.000 kilómetros que separan Madrid del estadio Allianz Parque a la hora de resolver un duelo muy cerrado contra el Novorizontino de la Serie B. Apareció en el área, con un oportunismo similar al que mostró cuando marcó en el Santiago Bernabéu, para recoger el balón entre la maraña de defensas e introducirlo en la portería.
Un gol de delantero con el olfato muy fino. Cerró seis días de ensueño que le coronan como el rey del fútbol brasileño en la actualidad. En menos de una semana perforó las redes en Wembley, el Bernabéu y en las semifinales del Paulistão.
La celebración de ese último gol se convertirá en icónica con el paso del tiempo. En ella agarró un tapete gigante con el escudo del Palmeiras y lo cargo a sus espaldas. Una imagen que simboliza que el peso del futuro en el deporte rey brasileño está sobre sus hombros.
Estevão, su compañero de 16 años sobre el que publicamos ayer, en Flashscore, un extenso análisis, es el elegido para tomar el relevo de Endrick cuando se marche al Real Madrid, pero en esta ocasión Abel Ferreira prefirió dejarle sin minutos en el banquillo, puesto que fue una cita para tipos experimentados.